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Precandidatos republicanos vindican sus principios conservadores en su cumbre

Precandidatos republicanos vindican los principios conservadores en su cumbre

EFE

Miami (EE.UU.) —

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Los aspirantes republicanos a la Casa Blanca vindicaron hoy en un foro en Orlando (Florida) sus credenciales conservadoras y cargaron contra la precandidata demócrata Hilary Clinton y las políticas del presidente de EE.UU., Barack Obama.

Cuando faltan tres meses para el inicio del proceso de primarias, los precandidatos republicanos se presentaron en la denominada Sunshine Sumit con el claro objetivo de ganar el apoyo de su formación y los votantes conservadores de Florida.

En su intervención, el exgobernador de Florida Jeb Bush apeló a su historial y trayectoria política de defensor honesto de los “principios conservadores”, algo de lo que dijo sentirse orgulloso.

“Necesitamos un candidato que tenga un historial de defensor de los principios conservadores, con experiencia en el área privada”, por oposición a Clinton y sus “ocho años como senadora”, precisó.

Bush se afanó en captar la atención de los votantes republicanos con una velada alusión a su rival Donald Trump, que lidera las encuestas junto con Ben Carson, con el 24 y 26 % respectivamente de la intención de voto, según dos sondeos publicados hoy por Florida Times Union y Fox 5/Morris News.

Fue contundente al señalar que si lo que desean los votantes es un “talker” (charlatán), dijo en referencia a Trump, él (Bush) no es la persona adecuada; “pero si lo que quieren es alguien que obre”, entonces, es el candidato.

Pasó a continuación el hijo y hermano de expresidentes de Estados Unidos a desgranar los éxitos de su desempeño como gobernador de Florida en el período 1999-2007, sobre todo en materia de reducción de impuestos, creación de empleo e impulso a la “construcción de negocios”.

Todo ello le sirvió para presentarse como el candidato que puede “restaurar la grandeza de Estados Unidos” y propiciar el “regreso a la prosperidad” del país.

No tardó en avisar de que Clinton es una nueva reedición de la “izquierda progresista” identificada con políticas de “más gobierno, impuestos y programas de gasto”, al tiempo que retrató a Obama como el “primer presidente estadounidense que renuncia al liderazgo auténtico”.

“Estados Unidos tiene que liderar de nuevo el mundo”, dijo tras alertar sobre la enorme amenaza que entraña el Estado Islámico y el terrorismo islamista para la civilización occidental.

Y lanzó otro torpedo a la figura de Obama: “Si soy presidente, prometo que no seré un mandatario divisor ni agitador”, para concluir con una nueva crítica a aquellos de su rivales republicanos que “solo prevalecen en un escenario”, en otra velada alusión a Trump.

A su turno, el ataque frontal de Trump en el foro no se dirigió contra Bush, sino, como ya es norma en sus apariciones, contra los inmigrantes ilegales, los “bebés ancla”, las llamadas 'ciudades santuario' -dijo que “hay que acabar con ellas”-, y contra Clinton y Obama.

Cargó con igual dureza contra la ley “Dream Act”, que regulariza la situación de jóvenes inmigrantes indocumentados, y afirmó que ese “sueño americano debe ser para nuestros niños, no para los de fuera”.

El aspirante presidencia republicano, uno de los favoritos desde hace meses en las encuestas de intención de voto, reiteró también su promesa de deportar a todos los indocumentados que residen en Estados Unidos y construir un muro en la frontera con México, si llega a la Casa Blanca.

En un tono virulento, el magnate aseguró que, de ser presidente, “va a echar a los inmigrantes ilegales (...) que están tomando el trabajo de nuestra gente” y que el muro que construirá será un “muro de verdad, no uno de esos pequeños”.

“Va a ser un muro poderoso y bonito, que pagará México. Se llamará el 'Muro de Trump', con una puerta bonita; pero tienen que venir legalmente”. “Somos un país de leyes”, apostilló.

Dedicó parte de su intervención a desacreditar a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, la “peor que ha tenido Estados Unidos”, dijo, e insistir en que, de ser elegido presidente, “echará por tierra (la reforma sanitaria conocida como) 'Obamacare'”.

Cerró el foro el aspirante republicano que figura como favorito en los actuales sondeos, el exneurocirujano Ben Carson, quien anudó en su intervención recuerdos y anécdotas de su infancia y familia con la visión que defiende: un país, Estados Unidos, que es la “tierra de los sueños” y “oportunidades” fundado sobre la “responsabilidad personal”, la “educación”, y no sobre la dependencia del Estado.

Por su parte, el senador cubanoamericano Marco Rubio se refirió a Clinton como el “único candidato” que es investigado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), a raíz del uso de un servidor privado cuando era secretaria de Estado.

El senador por Florida emplazó además al senador por Texas y precandidato republicano Ted Cruz, con quien se disputa el tercer puesto en las encuestas de opinión, a que aclare su posición sobre la manera de abordar el tema migratorio en Estados Unidos.

Cruz contraatacó señalando a Rubio como un partidario de una “amnistía”, porque apoyó el proyecto de ley de reforma migratoria aprobado en el Senado en 2013, que incluía un camino a la ciudadanía para los indocumentados, y a la larga quedó estancado en la Cámara de Representantes.

Florida, que celebra primarias en marzo, podría volver a ser clave en las presidenciales de 2016, al ser considerado por los analistas políticos como el estado electoralmente más “indeciso” de la nación.

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