Presunto autor de masacre de Christchurch retira petición de traslado juicio

El presunto autor del atentado supremacista del 15 de marzo pasado contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, que mató a 51 personas, desistió de su petición de trasladar su juicio a Auckland, informaron hoy a Efe sus abogados.

El australiano Brenton Tarrant compareció ante el Tribunal Superior de Christchurch a través de videoconferencia desde una prisión de máxima seguridad en la ciudad de Auckland, en una vista en la que se iba a abordar el traslado del juicio fuera del lugar en el que ocurrieron los ataques.

“Confirmo que no se seguirá adelante con la solicitud de cambio de lugar (en el que se celebrará el juicio)”, dijo en un correo electrónico uno de sus abogados, Shane Tait.

Estaba previsto que la vista de hoy duraría varias horas, pero terminó en diez minutos después de que los abogados de la defensa anunciaron que retiraban la solicitud, según Radio New Zealand.

Tarrant se ha declarado inocente de 51 cargos de asesinato, 40 de tentativa de asesinato y uno de terrorismo relacionados con los atentados del 15 de marzo contra dos mezquitas de Christchurch.

El presunto autor de la matanza, de 28 años, tiene previsto comparecer en una vista preliminar el próximo 12 de diciembre para revisar el caso antes del inicio de su juicio el próximo 2 de junio.

Tarrant se declaró no culpable el pasado 14 de junio en su tercera comparecencia ante la justicia neozelandesa, en la que se decidió que es apto para someterse al proceso judicial que se prevé puede durar al menos unas seis semanas.

El acusado, quien transmitió el asalto en directo por Facebook, disparó a quemarropa contra los musulmanes que se encontraban en las mezquitas para su oración de los viernes.

Tarrant, que también publicó en redes sociales su ideario supremacista, tomó por sorpresa a las autoridades dado que no tenía antecedentes y obtuvo la licencia de armas en noviembre de 2017 tras cumplir los requisitos legales.

Desde el ataque en Christchurch, el Gobierno de Nueva Zelanda adoptó varias medidas como una reforma sobre la tenencia de armas semiautomáticas e impulsó a nivel mundial regulaciones de las redes sociales para evitar la propagación de mensajes de odio, al tiempo que creó una Comisión Real para investigar los hechos.