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Rajoy se duele de que el cambio sea “cambiar al que ha ganado”

El presidente en funciones, al finalizar su discurso en el foro de La Razón.

Luz Sanchis

Todos los ministros menos dos, la dirección del PP casi al completo y varios presidentes autonómicos acompañaron a Mariano Rajoy este jueves en su discurso en el foro de La Razón. El plan era desgranar los motivos, ya sabidos, por los que su partido votará “no” a la investidura de Pedro Sánchez y contestar a la última propuesta de reunión de Albert Rivera. El presidente en funciones desveló ante un público entregado que rió y aplaudió todas sus ironías que el líder de Ciudadanos se había dirigido a él por carta. “Le he explicado que podía llamarme y yo estaría ahí, esperando”. Risas. También contó que Rivera le había comentado que le parecía bien su iniciativa de los conocidos cinco pactos de Estado: “Me ha dicho que mi documento le parecía muy razonable, en lo que tiene toda la razón”. Risas y aplausos.

El primero en expresar a la entrada su opinión sobre la situación política fue uno de sus constructores de cabecera y generoso donante del partido según los apuntes de Luis Bárcenas: Juan Miguel Villar Mir. El presidente de OHL abogó por un entendimiento del PP con PSOE y Ciudadanos y explicó a los periodistas que lo importante “es que no esté Podemos, que eso desajustaría la economía” y que los de Rivera “pueden ayudar”. No se mojó en si el PP debería presidirlo porque “eso ya es un tema de política. Que lo pacten ellos”.

Una vez dentro y cumplimentados los saludos entre políticos, empresarios y directivos del grupo de comunicación anfitrión, Francisco Marhuenda presentó el acto y dejó claro a los escépticos que La Razón “nunca será un periódico de partido”. La gran mayoría de los asistentes asintió con la cabeza. Elvira Fernández fue presentada como “el más firme apoyo de su marido en estos tiempos tan difíciles”. La opinión del diario sobre quién debe ser el nuevo presidente de España tampoco supuso una sorpresa. “Apoyamos que Rajoy tiene que repetir porque ha ganado las elecciones”, aclaró Marhuenda.

El discurso de Rajoy se centró en descalificar el pacto entre Sánchez y Rivera, que definió como un “sainete”, un “contrato de adhesión” y un “insulto a la inteligencia”. Del líder de Ciudadanos dijo sentirse sorprendido por su “fulgurante evolución ideológica” capaz de descubrir que es “compatible con Podemos”.

Rajoy reclamó el protagonismo y su derecho a intentarlo aunque sólo aceptará un encargo del rey para someterse a la investidura si tiene los apoyos para hacerlo. También se quejó de ser el más votado en las urnas pese a que no ha sido capaz de encontrar socio que le apoye en el Parlamento para repetir como presidente. “¿El cambio en qué consiste? ¿En cambiar a quien ha ganado?”, se lamentó. “¡Oiga! ¿Y para qué sirven las elecciones? ¿Hay alguien que pueda explicarme esto?”, preguntó de modo al público. Pero se contestó él solo: “No, no pueden. ¿Y saben por qué? Porque no tiene explicación. Risas y aplausos.

Volverá a ser el candidato si se repiten las elecciones si se lo pide su partido y porque lo ha sido “hace nada”. Por supuesto, con la coletilla de “si mi partido quiere, yo estoy dispuesto”. Sobre los críticos que dudan de que sea una buena idea admitió que “hay gente que está en ello pero a mí no me lo cuentan”. No contestó a si se ve a corto plazo como jefe de la oposición y presidente del partido: “Yo me veo en muchos sitios. Tengo fuerza”.

El presidente en funciones avisó de que en las últimas semanas “se han manoseado todos los tópicos posibles” y citó entre ellos “la nueva política”, “la segunda transición” y “las fuerzas del cambio ... pero las cuentas siguen sin cuadrar”. Villar Mir, como todos, aplaudió con entusiasmo. Aunque a la entrada había afirmado que sólo los tres partidos constitucionalistas juntos pueden dar a España “otros 40 años comparables a la Transición”.

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