El Rey da luz al centenario de la central hidráulica de La Malva

El Rey ha coronado hoy el centenario de la planta hidráulica de La Malva, cercana a la localidad asturiana de Pola de Somiedo, con una visita a sus instalaciones para conocer con detalle el funcionamiento de la emblemática central.

Felipe VI ha estado acompañado del presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, del ministro de Energía, Álvaro Nadal, y de António Mexia, presidente de Energías de Portugal (EDP), propietaria de la central.

Durante cerca de una hora, don Felipe ha recorrido las dos naves que componen La Malva, que, después de un siglo, sigue siendo una de las referencias de producción eléctrica en Asturias.

La planta se erigió hace un siglo gracias a dos visionarios asturianos, Policarpo Herrero y José Tartiere, que vieron el potencial de la zona para la generación hidráulica.

Ni las dificultades orográficas de la zona, ni el impacto que tuvo la I Guerra Mundial en el suministro de materiales frenaron una obra titánica que estuvo lista el 9 de septiembre de 1917 y que representó un hito tecnológico y arquitectónico en armonía con el entorno.

Recibido con los acordes de una gaita asturiana, don Felipe ha conocido los pormenores de la instalación enclavada en el corazón de la cordillera cantábrica.

El Rey ha observado con detalle la maquinaria que sigue prestando servicio en la nave central y la que lo hizo en sus inicios, que ahora forma parte de una exposición permanente en la zona donde estuvieron las viviendas de los operarios y el viejo taller.

También ha visto una proyección, protagonizada por antiguos trabajadores de La Malva, en la que se cuenta la historia de la central, que en cien años ha generado más de tres millones de megavatios con su salto de agua de 556 metros.

El conjunto hidroeléctrico, plenamente automatizado -solo trabajan en ella dos operarios, cuando en su día llegó a haber cuarenta-, se nutre de las aguas de varios ríos y lagos a través de una kilométrica red de canales y tuberías.

Desde 2002, es propiedad de EDP, después de que la multinacional portuguesa se convirtiera en socio mayoritario de Hidrocantábrico, la compañía que se constituyó en 1919 en alianza con Saltos de Agua de Somiedo.

Felipe VI no ha tomado la palabra en el acto, programado al término de una semana marcada por la tensión del desafío independentista en Cataluña. “Se le ha visto tranquilo”, ha comentado una de las autoridades que ha acompañado al jefe del Estado en la visita.

El único en intervenir en el acto ha sido el máximo directivo de EDP, António Mexia, para subrayar que su compañía quiere “mantener su rol en el mercado ibérico en igualdad de oportunidades y condiciones” a través de instalaciones como la de Somiedo.

En opinión de Mexia, esta central hidráulica es un ejemplo del “aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales”. “Es como nos gusta hacer las cosas. Nuestra manera de entender la actividad económica y el desarrollo de la sociedad”, ha dicho el directivo luso.

Mexia ha agradecido la presencia del Rey, quien, para simbolizar la continuidad de la actividad de la planta después de un siglo, ha accionado la palanca principal de la mesa de control como colofón a la visita.

Desde La Malva, don Felipe se ha desplazado a Pola de Somiedo, la capital del concejo en donde se ubica el parque natural, que pasó a ser Reserva de la Biosfera de la Unesco en 2000.

Unos 200 habitantes de la localidad han brindado su cariño y afecto a don Felipe, que ya la visitó, como príncipe, en 1990, y también estuvo en la comarca en 2004 junto con la princesa Letizia.

El Rey regresará a Asturias el 19, 20 y 21 de octubre para participar, con doña Letizia, en los actos de entrega de los premios Princesa de Asturias en Oviedo y visitar el pueblo ejemplar.