Rivera: C's tiene capacidad para liderar España ante bipartidismo decadente

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dicho hoy que su formación tiene la “capacidad” para liderar la nueva etapa política de España ante el “descalabro” en Cataluña de un bipartidismo “decadente”.

Rivera y la candidata de Ciutadans a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, han comparecido en rueda de prensa para valorar los resultados de las catalanas, en las que la formación casi ha triplicado sus votos y escaños, y se ha convertido en la segunda fuerza en el Parlament con 25 diputados, 16 más que en 2012.

El líder de Ciudadanos ha considerado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, carece de “liderazgo” y de “capacidad de diálogo” para dirigir una nueva etapa política en España tras las generales, para lo que se requiere, ha dicho, “más ambición”, “valentía” y las “manos limpias”.

En este escenario, Rivera ha erigido a su partido como el que representa la “nueva política” para impulsar un proyecto “común” para toda España, pero, a diferencia de otros, es el de la “nueva política sensata, sin populismo ni ambigüedades”.

“No se puede hablar de un proyecto para España que no tenga soluciones para Cataluña, y esto es Ciudadanos”, ha advertido.

Rivera ha criticado la “inactividad política” de populares y socialistas en Cataluña durante años, y que sus máximos lideres actuales, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, así como el de Podemos, Pablo Iglesias, no estuviesen anoche en Cataluña.

“Es sintomático que no estuvieran en Cataluña, han dado por perdida la batalla política en Cataluña”, ha opinado.

El presidente de Ciudadanos ha celebrado los resultados “históricos” de su formación, pero ha responsabilizado a la ley electoral -Cataluña es la única comunidad que ha desarrollado su propia norma- de que las dos listas independentistas tengan mayoría absoluta en escaños pero no en votos, y de que su formación no pueda aspirar a presidir el Gobierno de la Generalitat.

Así, Rivera ha reiterado su compromiso de intentar impulsar una nueva ley electoral que sea “más justa”, en la que un voto sea igual a un ciudadano.