Rousseff y Cameron proponen más comercio e inversiones para atajar la crisis

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy en Brasilia al primer ministro británico, David Cameron, con quien coincidió en que la crisis global sólo será superada con mayores inversiones y menos barreras al comercio internacional.

“Debemos promover el comercio, combatir el proteccionismo” y dar un renovado impulso a las inversiones, declaró Cameron junto a la jefa de Estado brasileña, tras una reunión celebrada en el Palacio presidencial de Planalto, en Brasilia.

Rousseff, a su turno, aseguró que Brasil “ha hecho su parte” con medidas dirigidas a crear empleos y fomentar la demanda doméstica, aunque evitó referencias a las críticas que ha recibido de países desarrollados que tildaron de proteccionistas algunas de sus iniciativas, que implantaron nuevas barreras al comercio.

La jefa de Estado subrayó que esas medidas “no han impedido” que Brasil, “en plena crisis mundial”, mantenga su comercio exterior en alza y haya aumentado sus exportaciones y sus importaciones.

Rousseff destacó el interés que el propio Cameron y las empresas británicas han manifestado por elevar sus volúmenes de inversión en Brasil y dijo que durante la reunión fueron identificadas nuevas oportunidades en diversas áreas.

Citó en particular las de infraestructuras, petróleo, defensa, servicios financieros, industrias creativas y minería, y subrayó el “enorme esfuerzo” que su Gobierno hace en favor de la modernización de las antiguas redes de carreteras, puertos y aeropuertos.

En lo político, coincidieron en que el multilateralismo debe ser la “guía” en las relaciones internacionales y Cameron expresó su apoyo al viejo anhelo de Brasil de obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Rousseff, por su parte, expuso la visión brasileña en relación a Oriente Medio y reiteró su firme rechazo a una posible intervención militar unilateral en Irán y a cualquier solución de ese corte para la crisis siria.

“Cualquier iniciativa de ese tipo constituiría una violación a la Carta de la ONU y tendría graves consecuencias para Oriente Medio”, aseguró Rousseff sobre los conflictos en esa perturbada zona del planeta, a la que Cameron no hizo alusión alguna en su discurso.

En lo bilateral, ambos coincidieron en que Brasil y el Reino Unido, dos de las mayores diez economías del mundo, deben procurar fórmulas para dar un mayor impulso al comercio, que el año pasado sumó 8.600 millones de dólares, una cifra que consideraron escasa para el “enorme potencial” que tienen los dos países.

Ambos se explayaron también en la cooperación que Brasil y el Reino Unido han establecido en el área deportiva, y sobre todo con vistas a la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, ciudad que recibió el testigo de Londres.

Cameron indicó que, en su visita a Brasil, ha estado acompañado de “muchas empresas” que trabajaron en la organización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y que están interesadas en aportar su experiencia a los organizadores de la cita de Río de Janeiro.

Señaló además que 22 empresas británicas ya han firmado contratos vinculados a los Juegos Olímpicos del 2016 y al Mundial de fútbol de 2014, que también organizará Brasil, los cuales suman cerca de 70 millones de libras esterlinas (unos 113 millones de dólares).

En el marco de la visita de Cameron a Brasilia, fueron firmados seis acuerdos de cooperación referidos a las áreas cinematográfica, tributaria, deportiva, educativa y científica.

El encuentro de Cameron con Rousseff supuso el epílogo de una visita a Brasil de dos días, en los que el primer ministro británico también visitó las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro.

En Sao Paulo, tuvo contactos con empresarios brasileños a los que animó a invertir en el Reino Unido, y en Río de Janeiro participó en un acto en el que las autoridades locales recibieron la estatuilla de los premios Laureus, los más importantes del deporte y que en sus dos próximas ediciones serán entregados en esa ciudad.