Rusia pide a la ONU que ayude a habilitar corredores humanitarios en Alepo

Rusia se ha dirigido hoy a la ONU y al Comité Internacional de la Cruza Roja para que ayuden a habilitar los corredores humanitarios en Alepo, segunda ciudad siria donde los Ejércitos sirio y ruso han dado inicio a una operación humanitaria.

La Cancillería rusa quiere movilizar a dichas organizaciones internacionales “para aliviar el sufrimiento de los habitantes de Alepo”, dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores, a la agencia oficial RIA Nóvosti.

Además, espera que la ONU y la Cruz Roja colaboren para la “pronta salida” de los civiles que aún permanecen en dicha ciudad “a través de los corredores humanitarios y su traslado a zonas más seguras”.

Riabkov también hizo un llamamiento a otros países para que los habitantes de Alepo reciban comida, medicinas y productos de primera necesidad.

Subrayó que el objetivo de dicha operación es “garantizar la seguridad de los habitantes de Alepo” y “estabilizar la situación en Siria”.

Por orden del presidente ruso, Vladímir Putin, el Ejército ruso comenzó hoy una operación humanitaria “conjunta con el Gobierno sirio para prestar ayuda a la población civil de la ciudad de Alepo”, según explicó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.

Tres corredores están asignados a la población civil “rehén de los terroristas” en Alepo y para los “guerrilleros que quieran entregar sus armas el Centro de coordinación ruso para la pacificación de las partes en conflicto”.

A lo largo de esos corredores, que se despejarán mediante operaciones militares contra las milicias yihadistas allí presentes, se desplegarán “puntos de comida caliente y atención médica”.

El cuarto corredor en el norte de Alepo, en dirección de la autovía Castello, se propone “permitir el tránsito seguro para guerrilleros armados” que quieran abandonar la ciudad, donde también se encuentran atrincherados el Frente al Nusra.

Shoigu también se dirigió al líder sirio, Bachar al Asad, para que amnistiara a aquellos combatientes que depongan las armas y se rindan a las autoridades de Damasco, lo que fue secundado por el presidente con un decreto presidencial.