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Ruz ve delito en la destrucción de los discos duros por el PP y envía el caso a Plaza Castilla

Luis Bárcenas, tras una de sus declaraciones en la Audiencia Nacional

Pedro Águeda

La entrega al juez del 'caso Bárcenas' de dos ordenadores del ex tesorero sin sus discos duros no será gratis para el PP. El juez Pablo Ruz cree que hay indicios de comisión de los delitos de daños informáticos y encubrimientos en esa acción y ha decidido por ello enviar la causa a un Juzgado ordinario de Plaza Castilla, al no ser competente para investigarla.

Ruz ha adoptado esta decisión después de que la Fiscalía se opusiera a la solicitud de varias acusaciones del 'caso Bárcenas' para que se investigaran los hechos. El Ministerio Público alegaba que esas pesquisas no aportarían nada de interés a la causa. Tras el auto dictado por Ruz puede que la investigación que se realice en Plaza de Castilla no sea aporte nada sustancial en el caso de la presunta financiación irregular del PP, pero como indica el juez, sí pudiera tener “relevancia penal”.

El Partido Popular (PP) destruyó en abril de este año el contenido de los discos duros de los dos portátiles, un mes después de que agentes de la Policía Nacional acudieran a Génova tras la denuncia que el exsenador presentó contra el abogado de la formación, Alberto Durán, por abrir sin su consentimiento una sala que tenía a su disposición en el edificio, tras llegar a un acuerdo con Mariano Rajoy para abandonar el partido. Ahora, Ruz señala que “en fecha indeterminada, y en todo caso posterior al 21 de abril -día que la Policía se personó en Génova-, se procedió por persona no identificada a la destrucción de los discos duros de los ordenadores que tuvo asignados Bárcenas”. Y el PP lo hizo, señala el magistrado, aún sabiendo de la investigación que se sigue en la Audiencia Nacional y en la que insisten indicios de presunta financiación irregular.

El juez advierte a la formación que el Código Penal de 2010 sitúa a personas jurídicas, caso del Partido Popular, responsables del delito de daños informáticos, no así de encubrimiento.

Luis Bárcenas seguirá en prisión. El juez Ruz cree que ninguna de las razones que lellevaron a encarcelarlo el 28 de junio han cambiado. A día de hoy siguehabiendo, según el juez, riesgo de fuga, de obstrucción de la investigación yde destrucción de pruebas. Bárcenas, sospecha el juez, sigue teniendo dineroescondido en el extranjero. Y eso,sumado a que se enfrenta a una larga condena y a que que resta poco para queacabe la instrucción y se abra juicio oral, puede ser una tentación demasiadogrande para que el antiguo guardián de las finanzas del PP decida fugarse.

El juez dictó hoy cuatro autos, uno de ellos dedicado a la destrucción de los discos duros de los ordenadores que había utilizado Bárcenas como tesorero y que seguían en manos del PP. Ruz aprecia los posibles delitos de encubrimiento, pero se desentiende de su investigación alegando que la Audiencia Nacional no es competente. Por este motivo, el juez anuncia que enviará la causa a Plaza Castilla donde se hará cargo un juzgado ordinario por reparto. En otro auto, el magistrado llama a declarar Antonio de la Fuente en calidad de testigo el próximo 30 de septiembre. De la Fuente fue cuñado de Bárcenas y hasta hace poco jefe de seguridad de la sede central del PP, en la calle Génova.

En losmotivos por los que deja a Bárcenas en prisión, Ruz dibuja los flecos quequedan por cerrar a la investigación. El principal, averiguar si el ex tesorerosigue teniendo dinero oculto en el extranjero. En este punto, Ruz cita unacuenta abierta en un banco de Montevideo, que habría recibido 800.000 eurosentre abril y mayo de 2011 desde una de las cuentas suizas de Luis Bárcenas. Dela misma forma, añade el juez, se ignoran los datos de otra cuenta en el HSBCde Nueva York que recibió 2 millones de euros por una supuesta inversión en lafinca argentina de La Moraleja que,según los testimonios recabados, es falsa.

¿De quién es el dinero?

¿Quién está detrás de las cuentas ‘Obispado’, ‘Ranke’ y ‘Rosalía’ abiertas en el Lombard Odier suizo?, se viene a preguntar el juez en el auto. Y esa interrogación lleva a otra de las claves del caso: ¿es sólo dinero de Bárcenas o este esconde la identidad de sus verdaderos dueños? Igualmente, Ruz dice mantener dudas sobre otra cuenta en Bahamas, también de Lombard Odier.

“Lo anterior resulta revelador acerca de la estimación por parte de este instructor, así como por la Sala de lo Penal, de una razonable presunción sobre la permanencia de un importante patrimonio vinculado al imputado señor Bárcenas más allá de las fronteras españolas y por ende, determinando la dificultad desu incautación judicial (…)”, escribe Pablo Ruz en el auto por el que deniega la libertad a Bárcenas.

Además, Ruz vuelve a recordar el episodio de Isabel McKinley, la supuesta marchante de arte con la que Bárcenas habría firmado una compra-venta de cuadros que resultó ser falsa. Los documentos fueron incorporados a la causa por el extesorero,que desde que se descubrió, se enfrenta a un delito relativamente reciente enel Código Penal, tentativa de estafa procesal. Si lo hizo una vez, viene apreguntarse Ruz, por qué no lo iba a hacer si queda en libertad.

En un cuarto auto, Ruz pide información sobre un contrato de leasing inmobiliario realizado por la empresa Conosur Land, propiedad de Bárcenas, para la compra deun todoterreno Land Rover y que fue detectada por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales del Banco de España el pasado 30 de julio.

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