Sáenz de Santamaría vuelve a Palencia en sus fiestas patronales

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha vuelto hoy a las fiestas de Palencia, de las que disfrutaba de joven, con una visita institucional en la que ha participado de los actos centrales en honor a San Antolín, la procesión, la misa y la bendición del agua de la cripta en la catedral.

Desde primeras horas de la mañana, acompañada del alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, y otras autoridades de la provincia, la vicepresidenta ha recorrido las calles de la capital palentina para participar en los numerosos actos festivos programados hoy en el día del patrón, San Antolín.

En declaraciones a los periodistas ha asegurado que esta visita institucional a Palencia le resulta “muy particular”, porque es de Valladolid y ha ido “de fiesta a Palencia”, aunque ir “institucionalmente es una diferencia importante”.

“Me resulta distinto, es otro plan”, ha bromeado.

En su recorrido por la Calle Mayor de la capital se ha detenido para colaborar con la cuestación de Cruz Roja y ya en el ayuntamiento ha firmado en el libro de visitas, donde ha dejado por escrito su “reconocimiento sincero al ayuntamiento de Palencia por su trayectoria de buena gestión y entrega al servicio de los palentinos, de Castilla y León y de España”.

Antes ha tenido un momento para hablar con el alcalde de Palencia y la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, que le han trasmitido algunas peticiones relativas a los Presupuestos Generales del Estado, y a obras importantes como el desdoblamiento en Dueñas o el acceso a la A-67.

“Hemos trabajado un rato y ahora participaremos de los actos festivos”, ha concluido, antes de iniciar, junto a las autoridades y peñistas, la procesión hasta la catedral de Palencia, donde se ha celebrado la misa en honor al patrón ante cientos de feligreses.

Este año, a falta de obispo, el Administrador Diocesano, Antonio Gómez Cantero, ha pronunciado una homilía en la que ha invitado a los presentes a reflexionar sobre la “profunda sinrazón de odio y visceralidad” que empaña estos tiempos y la necesidad de dar respuestas comunes y eficaces.

Con sus palabras ha querido pedir a los creyentes que no se queden “anestesiados” ante tanta indolencia e intolerancia.

Una vez finalizada la misa, la vicepresidenta ha besado la reliquia del santo y Gómez Cantero la ha acompañado hasta la Cripta de San Antolín, donde, junto a las autoridades, ha bebido el agua bendita del pozo, con la que los creyentes renuevan su fe y de la que cada año se reparten 10.000 vasos.

A pesar de lo apretado de su agenda, Sáenz de Santamaría ha decidido subir al triforio para contemplar la catedral de Palencia desde arriba, disfrutando de una perspectiva única de la seo, y ha tenido tiempo incluso para visitar el Museo Diocesano, antes de salir a la calle, donde ha sido arropada y vitoreada.