Sánchez escucha la disposición de IU a apoyarle pero ratifica que no se postula

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha escuchado hoy de boca del líder de IU, Alberto Garzón, la disposición a apoyar su investidura, pero mantiene que sigue sin postularse para ello y que su objetivo es encontrar una solución común al bloqueo político.

Después de que ayer Sánchez hablara con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y con su homólogo de Podemos, Pablo Iglesias, hoy se ha reunido con Garzón, y éste le ha trasladado que podría respaldar su candidatura siempre que haya un compromiso programático con medidas destinadas a mejorar la vida de la clase trabajadora.

Garzón ha hecho público un comunicado en el que subraya que hay que evitar las terceras elecciones y, por ello, recalca que IU no va a vetar ninguna conversación.

El portavoz en el Congreso del Partido Demócrata Catalán, Francesc Homs, ha animado también a Sánchez a que adopte una iniciativa “más concreta” para construir una alternativa que evite que Rajoy siga al frente del Gobierno.

Pero en el PSOE insisten en que Sánchez no tiene en mente ser candidato a la investidura y “no está pensando en un gobierno de nada” ni, en concreto, gobernar en solitario con el apoyo de Podemos y la abstención de Ciudadanos.

Lo ha dicho el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Antonio Hernando, quien ha reiterado que lo que pretende es buscar una salida al bloqueo político.

La secretaria de Ciencia, Participación y Política en Red del PSOE, María González Veracruz, ha precisado que Sánchez decidirá postularse o no como candidato una vez que conozca la postura de las formaciones en la ronda de contactos que está llevando a cabo.

“Hay que ser prudentes y no generar falsas expectativas”, ha añadido, antes de reconocer que el porcentaje de posibilidades de que cuaje un acuerdo alternativo es “bajísimo” ante la “complejidad” del escenario político.

Por ello, ha pedido a Podemos y Ciudadanos que flexibilicen sus posturas y dialoguen entre ellos para evitar el “veto cruzado” que provocó las segundas elecciones.

Desde el PSOE andaluz, el portavoz del grupo socialista en el Parlamento autonómico, Mario Jiménez, ha resaltado que “de boca” del propio Sánchez tienen “claro” que no se está postulando para presentarse a una posible investidura, algo que ha subrayado que, “tal y como está la realidad, no tiene virtualidad”.

Para Jiménez, el final de la decisión de Sánchez sobre postularse o no está anticipado porque “se vetan unas fuerzas a otras”.

“Si Podemos dice que no, si Ciudadanos dice que no, y el PSOE no va a entenderse con los independentistas que quieren romper España, con 85 diputados no se puede presentar nadie”, ha añadido, además de recordar que el posicionamiento del partido en el Comité Federal celebrado en julio fue “liderar la oposición porque no hay otra aritmética”.

También el presidente de la Comunidad Valenciana y secretario general de los socialistas en esta autonomía, Ximo Puig, ha considerado que, tras las elecciones del 20 de diciembre, habría sido posible un acuerdo para hacer a Sánchez presidente, pero ahora no sabe si lo será.

La actitud de Sánchez ha provocado hoy nuevas críticas por parte del PP, entre ellas las del vicesecretario Javier Maroto y la del presidente del partido en el País Vasco y candidato a lehendakari, Alfonso Alonso.

Para Maroto, está “tomando el pelo” a sus propios militantes. “¿Qué es eso de intentar una alternativa en la que él no se postula?”, se ha preguntado.

Y Alonso ha considerado que la estrategia de Sánchez amagando con un acuerdo con Podemos y Ciudadanos se trata simplemente de “pretextos para distraer”.

La imposibilidad de un pacto entre Ciudadanos y Podemos la ha dejado clara el vicesecretario general del primero, José Manuel Villegas.

“Es imposible ponerse de acuerdo en un programa de gobierno desde una posición constitucionalista y de respeto a la Constitución, a las políticas económicas y a la senda de déficit que hay marcada con Europa”, ha añadido Villegas, quien ha opinado que esa fórmula sería “mala” para España.