Santamaría pide “prudencia” con la reforma de la Constitución e ir “paso a paso” porque el texto debe ser “de todos”

La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y para las Administraciones Públicas, Soraya Sáenz de Santamaría, ha apelado este jueves a la “prudencia” ante una posible reforma de la Constitución para ir “construyendo poco a poco y paso a paso”, ya que, según ha dicho, el objetivo es lograr un texto que sea “de todos” como lo fue el de 1978. “Constatamos algunas dificultades y hemos decidido ser prudentes y evaluar los consensos”, ha proclamado.

Así se ha pronunciado en su comparecencia ante la Comisión Constitucional del Congreso para explicar los planes de su Departamento en esta XII legislatura, después de que varios grupos parlamentarios como el PSOE y En Comú Podem hayan defendido actualizar la Ley de leyes.

BUSCAR LA CONCORDIA COMO HACE 40 AÑOS

En su intervención inicial, la vicepresidenta ha señalado que se trata de trabajar con “prudencia” y analizando “muy bien” los consensos y los disensos porque “de otro modo se corre el riesgo de malograr lo que construyeron con generosidad y sin sectarismo” en la Transición.

Tras asegurar que el “éxito” de la Carta Magna de 1978 se debe a que “cobija a todos” sin ser un “producto de nadie”, ha recalcado que el consenso y la búsqueda de la concordia que guió los trabajos hace 40 años deben imponerse también ahora porque de esa manera se “acertará”.

En este sentido, y tras escuchar a los distintos portavoces, Sáenz de Santamaría ha asegurado que se puede ver que no ha “mucho consenso” en cuanto a las soluciones, algo que considera clave porque no se puede hacer una reforma a gusto de un partido concreto. Según ha dicho, la Constitución “tiene que servir a 46,5 millones de españoles”.

Sáenz de Santamaría, que ha aludido a la Constitución americana que tardaron más de 200 años en aprobar y cuya última enmienda data de 1993, ha afirmado que “hay que hacer las cosas con cierta solera porque una Constitución no es un reglamento de circulación”.

“Lo que hagamos, hagámoslo para mejorar más que abrir aquí debates que no sabemos cómo cerrar”, ha manifestado, para agregar que cuando se habla del título VIII en 1978 se decidió con un “esquema abierto” porque “no era tan fácil”.

EL PROBLEMA CATALÁN

Después de que el socialista Gregorio Cámara haya defendido una reforma constitucional para buscar una solución al problema catalán, Sáenz de Santamaría le ha preguntado qué quiere cambiar para que el Estado de las Autonomías tenga ese “perfil federal” que reclama el PSOE y le ha pedido que aclare si lo que defiende es un “federalismo simétrico o asimétrico”.

Igualmente, le ha emplazado a aclarar si el PSOE apuesta por la “federalización” del Poder Judicial y qué quiere incluir del modelo de financiación en la Carta Magna, algo que, a su juicio, sí que podría ser “petrificarla”.

Sáenz de Santamaría se ha referido a la Declaración de Granada aprobada por el PSOE y que menciona el informe que aprobó el Consejo de Estado en 2006 sobre una reforma constitucional. “¿Qué pasó en el año 2006 para que el Partido Socialista gobernando cinco años después no hiciera nada después con ese informe?”, ha interrogado al dirigente socialista.

La 'número dos' del Gobierno ha confesado que tanto al PP como a Ciudadanos puede que les guste “algunas cosas” de ese informe, pero ha insistido en que hay que contar con un “consenso de llegada”. “Tenemos que ser muy conscientes de que podamos convencer a partidos y a un importante volumen de ciudadanía en toda España para que esa reforma sea avalada como en 1978”, ha advertido.

Por eso, ha reiterado que el Gobierno es “prudente”. “Creo que hay que ir construyendo poco a poco y paso a paso porque no puede ser la reforma del señor Cámara ni la del señor (Albert) Rivera ni la de la señora Sáenz de Santamaría. Tiene que ser de todos y lograr al menos ese nivel de aceptación”, ha afirmado.

PP: ANTES DE REFORMAR CONSTITUCIÓN, VER QUÉ HA FALLADO

Por su parte, la portavoz de Administraciones Públicas del PP, Pilar Cortés, ha defendido analizar primero “qué ha podido fallar” y qué pueden “modernizar”, así como qué se quiere “mejorar”. A su entender, si una vez analizado eso ven que es necesario una reforma constitucional, “adelante”.

“Pero lo fundamental es hacer una revisión de nuestro sistema y ver qué ha podido fallar, y a partir de ahí si hay que reformar la Constitución, se reforma”, ha manifestado la dirigente del PP. En parecidos términos se ha pronunciado el portavoz de Constitucional del Grupo Popular, Francisco Martínez, que ha subrayado que las mejores constituciones se caracterizan por su “vocación de permanencia en el tiempo”.

Además, Martínez --letrado y exsecretario de Estado de Seguridad en la pasada legislatura-- ha rechazado promover una reforma constitucional para resolver un problema territorial, al tiempo que ha hablado de “triple falacia” cuando los independentistas y nacionalistas catalanes invocan el derecho a decidir, que a su juicio es lo que hace todos los días el Parlamento al aprobar leyes.