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Semana difícil para las defensas ante el relato de “odio” de agentes del 1-O

Semana difícil para las defensas ante el relato de "odio" de agentes del 1-O

EFE

Madrid —

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La sexta ha sido una semana difícil para las defensas en el juicio del “procés”, especialmente molestas con los interrogatorios y con ciertas decisiones del tribunal, por no permitirles mostrar vídeos para contradecir los relatos de “odio” y “violencia” que vivieron en primera persona muchos guardias civiles en aquel otoño de 2017.

A continuación, las cinco claves de la semana.

- EL “ODIO”.

Sin duda fue la palabra más repetida en la última jornada de la semana, de la que echaron mano los agentes para describir lo que vieron en las caras de los congregados durante los registros previos al 1-O y en la misma jornada del referéndum.

“Se masticaba el odio, se masticaba una rabia que yo no sé cómo esas personas podían haber contenido tanta rabia tanto tiempo”, dijo uno; “lo que me ha quedado es cómo me miraban, no sé si era por desprecio, por odio o por mi condición de Guardia Civil pero a mí nunca por hacer mi trabajo me habían escupido”, lamentó otro.

“Vi en muchas caras el reflejo del odio”, añadió un tercero; “lo que más me impresionó fue la cara de odio de un señor mayor. Un odio extremo hacia nosotros, como si le quitáramos algo de su familia”, comentó otro más.

Algo “inaudito”, a juicio de los agentes, que contrasta con la imagen de pacifismo y respeto, con cánticos religiosos y lanzamiento de claveles con el que acusados como Oriol Junqueras describieron aquellos días.

LOS OTROS REGISTROS:

Los problemas en los registros del 20S no se limitaron solo a la Conselleria de Economía, sino que fue un denominador común aquel día y también el 19-S, con un guión que se repite y “que para nada es pacífico”.

Al poco de llegar los agentes al lugar aparecen los primeros concentrados que realizan una resistencia pasiva, sentados, con las manos entrelazadas y, en ocasiones, tumbados delante de los vehículos para impedir su marcha.

Luego, esta muta en activa, con golpes, zarandeos a los coches, lanzamiento de vallas e incluso un intento de sustraer a un detenido. Todo ello con un ruido de fondo de insultos y amenazas de muerte a unos agentes, que en ocasiones ya solo podían entrar y salir por los aparcamientos.

Y esto fue así en los que pudieron realizarse, ya que la Guardia Civil tuvo que renunciar a otros registros porque las circunstancias lo desaconsejaban por completo. “Era mejor no entrar”, dijeron.

LOS VÍDEOS, LAS PROTESTAS Y EL “JUICIO PARALELO”.

La relación entre las defensas de los acusados y el presidente del tribunal, Manuel Marchena, se tensa a medida que avanza el juicio, en especial por la decisión de los magistrados de no proyectar los vídeos durante las declaraciones de los testigos y esperar a hacerlo durante la fase documental.

Varias defensas se quejaron por escrito el pasado viernes y reiteraron su protesta durante las declaraciones de los guardias civiles. A su juicio, las imágenes contradicen algunas de las afirmaciones vertidas en el Salón de Plenos del Supremo y la decisión de no mostrarlas les produce indefensión.

A Marchena no le gustó el escrito del pasado viernes y así lo dejó claro en la sesión del martes, cuando la letrada Marina Roig insistió en mostrar un vídeo a un guardia para demostrar que sus palabras sobre la pasividad de los Mossos frente a la Conselleria de Exteriores el 20S no eran ciertas.

El presidente del tribunal reprochó a las defensas que intenten construir “una especie de juicio por escrito en paralelo” contra las decisiones de la Sala. El asunto seguirá coleando y todo apunta a que formará parte de la estrategia procesal de las defensas en los recursos que presentarán ante el TC y ante Estrasburgo si la sentencia no les es favorable.

- MOSSOS: DE ALABANZA A ACUSACIÓN

Por primera vez, el tribunal ha visto esta semana cómo un guardia civil alababa la actuación de los Mossos durante un registro, en el que “hicieron bien su trabajo” al montar un “pasillo” para sacar a un detenido. Un reconocimiento que se repitió poco después cuando otro relataba cómo se emplearon “a fondo” para contener a la “masa” durante otro registro, echando mano de sus defensas reglamentarias.

Sin embargo, estos elogios pronto se evaporaron cuando llegaron los testimonios de los guardias civiles del 1 de octubre, que relataron la pasividad de la Policía autonómica al ver desde la acera de enfrente cómo estaban rodeados y rechazar ir en su auxilio.

Y más aún, cómo dos de ellos se “opusieron físicamente” a que entraran a un local, dirigiéndose a ellos “de manera amenazante”, hasta el punto de que tuvieron que ser apartados por un agente ayudado de su escudo.

- 22.800 MILLONES DE EUROS PARA FINANCIAR LA REPÚBLICA

La Guardia Civil reveló que una de las grandes preocupaciones del Govern de Carles Puigdemont era buscar una financiación multimillonaria para echar a andar la futura república catalana una vez declarada la independencia, hasta que la maquinaria del recién estado estuviera lo suficientemente engrasada para desarrollarse.

Calculaban 11.000 millones de euros de financiación china, 4.500 millones de la recaudación de impuestos del sector publico catalán, 6.000 millones más de ingresos de los ayuntamientos y 1.300 millones de ingresos propios. En total, 22.800 millones, imprescindibles para garantizar la liquidez a partir del día 1 de la República, pues su obsesión era saber “cómo podrían sobrevivir económicamente”.

Rafael Martínez y Miriam Mejías.

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