Senado brasileño apoya combate a corrupción ante filtraciones comprometedoras

El presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, defendió hoy las investigaciones del escándalo de las corruptelas en la petrolera Petrobras tras la filtración de numerosas grabaciones comprometedoras en que varias autoridades sugieren frenarlas.

Calheiros divulgó un comunicado en el que manifiesta su apoyo a las investigaciones para salir al paso a la divulgación de conversaciones suyas que sugieren que estaría buscando alguna forma de detener la acción de los fiscales encargados del caso de desvíos en la petrolera estatal.

“El senador Renán Calheiros reitera que no adoptó ninguna iniciativa ni realizó gestiones para dificultar u obstruir las investigaciones de la operación Lava Jato (nombre del proceso por las corruptelas en Petrobras)”, afirmó el presidente del Congreso brasileño en un comunicado.

Las grabaciones al parecer fueron filtradas por el exsenador Sergio Machado, expresidente de Transpetro, una subsidiaria de Petrobras, uno de los acusados en las corruptelas y que llegó a un acuerdo con la Justicia para denunciar a sus cómplices a cambio de la reducción a sus condenas.

La primera de las filtraciones, divulgada el lunes, obligó al ministro de Planificación, Romero Jucá, a renunciar, en la que fue la primera crisis del nuevo Gobierno desde que el vicepresidente Michel Temer asumió la Presidencia el 12 de mayo para sustituir a Dilma Rousseff, suspendida del cargo mientras el Senado la somete a un juicio político destituyente.

En las diferentes grabaciones, que han sido divulgadas a cuenta gotas en los últimos días, Machado conversa con varios de sus correligionarios en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), entre los cuales están Calheiros, Jucá y el expresidente brasileño José Sarney.

El PMDB, la mayor fuera política de Brasil y liderada por el ahora presidente interino del país, es uno de los partidos con más dirigentes salpicados por el escándalo de corrupción en Petrobas.

En las conversaciones los dirigentes del ahora partido oficialista conversan sobre iniciativas que pueden frenar las investigaciones.

Jucá renunció tras haber propuesto en una conversación un pacto de políticos con la Corte Suprema para limitar los investigados. Sarney aseguró en un diálogo que ningún político, ni los de la oposición, se salvara de ser manchado si las investigaciones prosiguen. Y Calheiros propone un proyecto de ley para impedir que las personas detenidas firmen acuerdos de delación con la Fiscalía.

Pese al diálogo comprometedor, Calheiros negó que pretenda frenar las investigaciones, incluso porque, alego, las mismas “son intocables”.

El presidente del Senado atribuyó las grabaciones y las filtraciones al “desespero de un delator”, en referencia a Sergio Machado, a quien acusó de presionar a sus correligionarios para intentar huir de la Justicia.