El Senado seguirá sin tener actividad hasta el 1 de septiembre

El Senado ha retrasado al 1 de septiembre las primeras reuniones de sus órganos de gobierno tras las vacaciones de verano porque el 30 de agosto, fecha inicialmente prevista, comenzará el debate de investidura en el Congreso de los Diputados, han informado a Europa Press fuentes parlamentarias.

La Cámara Alta, donde el PP tiene mayoría absoluta, decidió el pasado 4 de agosto quedarse “en compás de espera” ante la incertidumbre sobre la formación de gobierno, en palabras de su vicepresidente primero, el 'popular Pedro Sanz. Tras las elecciones de junio, en el Senado se ha limitado a constituir la Mesa, los grupos parlamentarios y la Junta de Portavoces.

También se decidió qué número de senadores tendrá cada partido en las distintas comisiones, pero sin embargo estas no se constituyeron como tampoco la Diputación Permanente. No se organizó este órgano que es precisamente el que mantiene la vida parlamentaria fuera de los periodos ordinarios de trabajo, por ejemplo, en vacaciones.

Todo se dejó en el aire y la Cámara Alta se fue de vacaciones hasta el 30 de agosto. Pero la semana pasada, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunció que ponía fecha al debate de investidura precisamente en ese día. La sesión continuará el día 31 de agosto, cuando se votará por primera vez la candidatura de Mariano Rajoy, y previsiblemente también el 2 septiembre, segunda votación del candidato.

Creará la Diputación Permanente justo cuando acaba su labor

En el hueco entre una fecha y otra es donde el Senado ha situado la primera reunión de la Junta de Portavoces y de la Mesa, ambas presididas por Pío García-Escudero.

Se decidirá entonces si se constituyen y cuándo la Diputación Permanente y el resto de comisiones, el reparto de asientos en el Salón de Plenos, la asignación económica para los grupos parlamentarios y el comienzo del trabajo parlamentario. Curiosamente, la Cámara Alta va a constituir la Diputación Permanente justo cuando pasa a la inactividad, porque a partir del 1 de septiembre comienza el periodo ordinario de sesiones.

En la pasada legislatura, el Senado decidió celebrar Plenos para debatir mociones presentadas por los grupos, pero no convocó ni comisiones ni aceptó que se interpelara al Gobierno porque seguía en funciones, siguiendo el criterio del Ejecutivo. La sesión de investidura fallida de Pedro Sánchez tuvo lugar a comienzos de marzo y la Cámara Alta celebró dos plenos ese mismo mes, así como otros dos en abril. En mayo, el Parlamento quedó otra vez disuelto al convocarse la repetición de las elecciones generales.

Parte de la negociación

La composición y funcionamiento del Senado forma parte precisamente de la negociación que estos días mantienen el PP y Ciudadanos para que este partido apoye la investidura de Rajoy. La formación que lidera Albert Rivera defiende la desaparición de la actual Cámara Alta para constituir a cambio un consejo que represente a las comunidades autónomas y debata y acuerde los asuntos que les atañen y su relación con el Estado. El PP defiende sin embargo el sistema bicameral, aunque está abierto a reformar la elecciones de senadores y su trabajo.

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, aseguró el pasado viernes al arranque de esas negociaciones con el PP que los senadores no hacen “nada” y que por eso su partido propone sustituir la Cámara Alta por un órgano de representación territorial.

“A lo mejor hay un problema con la palabra 'Senado', que la tenemos que mantener. ¿Pero va a hacer el papel de cámara de representación territorial o va a seguir haciendo nada? Y que me perdonen los senadores, algunos de los cuales son compañeros míos”, señaló Girauta.