Sócrates colaborará con fiscalía portuguesa por filtración de interrogatorios

El ex primer ministro portugués José Sócrates anunció hoy que va a colaborar con la fiscalía en la investigación abierta por la filtración de los vídeos de los interrogatorios a los que fue sometido en la llamada “Operación Marqués” sobre corrupción.

En una rueda de prensa en Lisboa, Sócrates informó de que se va a constituir como “asistente” en el proceso, una figura del derecho portugués que permite a las víctimas de un delito no sólo denunciar, sino que le otorga más poderes para intervenir en el proceso.

Esta figura faculta para intervenir en la investigación y en la instrucción aportando pruebas, recurrir las decisiones que le afecten e incluso emitir una acusación independiente de la que realice la fiscalía, entre otros puntos.

“La divulgación de las imágenes es un delito”, señaló Sócrates, quien afirmó que los principales sospechosos son el fiscal y el juez, “por acción o por negligencia”.

La cadena de televisión SIC divulgó esta semana varios vídeos de los interrogatorios a los que fue sometido Sócrates dentro de la “Operación Marqués”, en la que está acusado de 31 delitos de corrupción pasiva, blanqueo de capitales, falsificación de documento y fraude fiscal.

La fiscalía decidió esta semana abrir una investigación por esta filtración, pues, aunque el caso ya no se encuentra bajo secreto de sumario, la divulgación de los vídeos constituye un delito de desobediencia.

El socialista José Sócrates, que encabezó el Gobierno portugués entre 2005 y 2011, es uno de los dieciocho acusados en este caso, entre los que también figura el expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado.

Detenido en el aeropuerto de Lisboa el 21 de noviembre de 2014, tras lo que pasó más de nueve meses en prisión y otro mes y medio en arresto domiciliario, Sócrates habría recibido, según la fiscalía, 34 millones de euros en sobornos entre 2006 y 2015.

Sócrates y el resto de acusados tienen hasta el próximo 3 de septiembre para solicitar la apertura de la fase de instrucción, durante que la que pueden presentar pruebas y argumentos para hacer frente a la acusación.

Después, una vez se hayan analizado las pruebas presentadas por la defensa, el juez de instrucción decidirá si existen indicios suficientes para abrir juicio.