Solo seis candidatos se aseguran el escaño en el Parlamento de Baréin

Seis de los 166 candidatos a diputados del próximo Parlamento bareiní obtuvieron su escaño, según los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas que fueron anunciados hoy por la Comisión Electoral.

Los otros 160 aspirantes necesitarán acudir a la segunda vuelta de los comicios, prevista para el próximo sábado, para ocupar los 34 escaños restantes de la Cámara, compuesta por 40 diputados.

Uno de los aspirantes que obtuvo su escaño no necesitó ni siquiera esperar a los resultados, ya que los dos candidatos contra los que competía en su circunscripción se retiraron.

Unas 350.000 personas fueron llamadas a votar la jornada de ayer, en la que también se eligió a los representantes municipales en tres distritos de Baréin, puestos para los que hubo 153 aspirantes.

De ellos, solo siete se aseguraron su asiento, de los 30 que conforman los consejos municipales, y el resto deberá acudir también a la segunda vuelta.

El jefe de la Comisión Electoral, Jaled al Jalifan, anunció anoche que la participación en las elecciones parlamentarias fue del 51,5 por ciento, a pesar del boicot de los opositores que piden reformas al régimen.

Estas cifras fueron rechazadas por los grupos opositores, que boicotearon las elecciones y anunciaron que la participación rondó el 30 por ciento.

Al Jalifan, que es igualmente ministro de Justicia, dijo además a los periodistas que el 53,7 por ciento de los electores acudieron a votar en las municipales, que también se desarrollaron ayer en el país.

Las elecciones parlamentarias solo cuentan con la participación de dos grupos políticos, que representan a los Hermanos Musulmanes y los salafistas, ambos suníes.

Los independientes, que son favorables al Gobierno, controlan la mayoría de los 40 escaños del actual Parlamento y probablemente dominarán la nueva Cámara que se forme.

La oposición retiró a sus 18 diputados a comienzos de 2011, semanas después de haber sido elegidos, en protesta por la represión de las manifestaciones a favor de reformas democráticas que comenzaron el 14 de febrero de ese año.

Baréin, un país de mayoría chií pero gobernado por una monarquía suní, ha sido escenario desde 2011 de protestas populares que han sido reprimidas por la fuerza por las autoridades.