Tensión entre Croacia y Eslovenia por el arbitraje de la frontera marítima

Croacia y Eslovenia están enfrentados diplomáticamente por un arbitraje fronterizo en la bahía adriática de Pirán, que entra en vigor hoy y que no reconoce el Gobierno de Zagreb.

La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya estableció el pasado 29 de junio un plazo de seis meses para aplicar el fallo, que se refiere a las aguas en disputa desde hace un cuarto de siglo en la Bahía de Pirán en el Mar Adriático, que forma parte del Golfo de Trieste.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Croacia ha pedido ayer a Eslovenia que se abstuviera de “la aplicación unilateral de medidas que tengan como objetivo el cambio de la situación sobre el terreno”.

“Todo acto de ese tipo sería inaceptable, y cualquier amenaza o el empleo de la fuerza, según la Carta de la ONU, representaría una grave violación del derecho internacional”, advirtió el ministerio.

El primer ministro esloveno, Miro Cerar, ha reiterado que el respeto del dictamen de la corte internacional es obligatorio y ha pedido que la Unión Europea tome cartas en el asunto.

“Si la línea fronteriza se respeta no hay que esperar incidentes”, acentuó Cerar, según recoge la agencia de noticias eslovena STA.

Aunque el fallo se aplica hoy, Eslovenia ha anunciado que pondrá en marcha las medidas para aplicarlo a partir de mañana.

Croacia reclama la mitad de la bahía, según el régimen temporal aplicado hasta ahora, mientras que según el arbitraje tres cuartas partes de esas aguas son de Eslovenia y resto de su vecino.

Los pescadores croatas anunciaron que seguirán pescando en “su mitad” de la bahía y las autoridades han confirmado que la policía croata los protegerá.

El conflicto data de cuando los dos países se independizaron en 1991 de la antigua Yugoslavia y tuvieron que fijar las fronteras internacionales.

Gracias a la mediación de la Comisión Europea ambos países acordaron en 2009 un arbitraje internacional, con lo que Eslovenia levantó sus reservas a la entrada de Croacia en la UE, que se formalizó en julio de 2013.

En 2015, Croacia abandonó unilateralmente el proceso alegando que descubrió irregularidades que favorecían a Eslovenia.

El mismo tribunal reconoció en 2016 que la parte eslovena había violado algunas disposiciones del acuerdo de arbitraje, pero no hasta el punto de que el proceso tuviera que ser suspendido.

La UE instó a ambos países a respetar la decisión de la corte internacional.

En el mar Adriático, adjudicó a Eslovenia también el paso libre por un corredor de 2,5 millas náuticas de ancho por las aguas territoriales croatas para que Eslovenia tenga contacto con las aguas internacionales y que este país utilizaba también hasta ahora.