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Transferirán a presos para atajar la violencia en un estado del norte de Brasil
El Gobierno del estado brasileño de Maranhão (norte) anunció hoy que transferirá a decenas de presos a cárceles de máxima seguridad para atajar la ola de violencia promovida por bandas que operan en los centros penitenciarios.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Aluísio Mendes, dijo, en declaraciones a medios locales, que acordó con el Ministerio de Justicia enviar al menos a 25 presos a cárceles federales.
El Ministerio confirmó en un comunicado que “ha iniciado un entendimiento” con las autoridades regionales para “solucionar el problema de seguridad pública” en el estado.
El ataque más grave perpetrado por las bandas en los últimos días fue el incendio de cuatro autobuses urbanos de la ciudad de São Luis, capital regional, en represalia por la reciente ocupación de la cárcel de Pedrinhas por parte de la Policía Militarizada.
A raíz de este incendio, que tuvo lugar el viernes, una niña, identificada como Ana Clara Santos Sousa, murió hoy y otras cinco personas permanecen hospitalizadas por las quemaduras.
La Fiscalía de Maranhão solicitó hoy al Gobierno de esta región que pida la “inmediata” intervención de tropas federales para contener la ola de violencia.
En el documento de la Fiscalía, firmado por la procuradora general en funciones, Terezinha de Jesus Anchieta Guerreiro, se dice que los ataques ordenados por las bandas armadas desde las cárceles causaron “miedo” y generaron “descrédito” sobre la eficacia del sistema de seguridad pública.
En 2013 se registraron al menos 60 asesinatos en las cárceles de Maranhão, según un informe del Consejo Nacional de Justicia (CNJ) que fue duramente cuestionado hoy por el Gobierno regional, que señaló que dicho informe contiene imágenes de supuestas torturas que no corresponden a las cárceles de Maranhão, lo que supone un “fraude grosero”.
Además, el CNJ asegura que ha habido violaciones de mujeres durante visitas a presidiarios, aunque, según el Gobierno del estado de Maranhão no aporta pruebas de ello y afirma que las autoridades no han recibido denuncias sobre estos hechos.
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