Trato deferente a Sánchez en su segunda visita a Moncloa en dos semanas

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha acudido hoy, por segunda vez en dos semanas, al Palacio de la Moncloa, donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha querido brindarle un trato deferente en un contexto de sintonía mutua en cómo abordar el problema de Cataluña.

Con puntualidad, Sánchez ha llegado en coche a las 17.00 horas a Moncloa, donde Rajoy le ha recibido en la escalinata de entrada al palacio.

Después de estrecharse la mano con cordialidad, ambos, con traje y corbata, han posado sonrientes para los medios gráficos y lo han vuelto a hacer ya en el salón donde han celebrado la reunión, la habitual de otras ocasiones.

Como solo han hablado de Cataluña y en vista de que Rajoy tenía que ir al Palacio de la Zarzuela para mantener su despacho semanal con el Rey, la cita con Sánchez apenas ha durado 45 minutos.

A su término, el líder de la oposición se ha desplazado a la sala donde ha comparecido ante los medios, la misma en la que Rajoy tiene costumbre informar a la prensa o la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre los acuerdos del Consejo de Ministros.

Como ya ocurrió la primera vez que Sánchez fue a la Moncloa el 28 de julio de 2014, recién investido secretario general socialista, el Gobierno ha vuelto a poner a su disposición esta sala, como hiciera también en varias ocasiones con su antecesor en el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Por regla general, los dirigentes políticos, sindicales o de cualquier otro ámbito que se entrevistan con el jefe del Ejecutivo y desean hacer declaraciones lo hacen en otra sala del mismo edificio, pero más pequeña.

Así hicieron los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera, de Podemos, Pablo Iglesias, o de IU, Alberto Garzón, cuando se reunieron con Rajoy hace unos días para hablar de Cataluña.

El primero en abrir la ronda fue Sánchez, el 28 de octubre, pero en aquella ocasión, tras el almuerzo que mantuvo con Rajoy, Moncloa y el PSOE distribuyeron un escueto comunicado conjunto y una foto del encuentro en el exterior del palacio, pero sin convocar a los medios.

Ante la deferencia mostrada hoy hacia el líder de la oposición, Sánchez ha querido ser respetuoso con Rajoy y ha evitado reproducir los reproches que le ha hecho en los últimos meses por su pasividad sobre Cataluña.

Uno de los informadores le ha preguntado si sigue manteniendo que Rajoy ha sido “gasolina” para el independentismo por su inacción para frenar la deriva nacionalista, Sánchez ha optado por templar gaitas.

“No creo que los españoles hoy quieran precisamente ese mensaje. Quieren un mensaje de confianza, de que los dos grandes partidos estemos en lo mismo, que es en salvaguardar el orden constitucional y la legalidad, y luego cada partido tiene sus soluciones a esta crisis política”, ha respondido.

La cita de hoy ha sido la quinta de carácter bilateral que Rajoy y Sánchez mantienen en el Palacio de la Moncloa desde que tomó las riendas del PSOE.

Tras la de julio, que duró casi tres horas y en la que ya hablaron de Cataluña, hubo un segundo encuentro más discreto el 23 de septiembre del pasado año.

El tercero fue el 3 de junio, cuando se reunieron para analizar la situación política tras las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, y la última, el 28 de octubre, con la crisis de Cataluña en plena ebullición.

A estos encuentros se unen el acto formal celebrado el 2 de febrero, en el que Rajoy y Sánchez firmaron el pacto contra el terrorismo yihadista, también en Moncloa.