La UE empezará a examinar en otoño las debilidades en sus fronteras exteriores

La Unión Europea (UE) empezará a examinar en otoño la gestión de las fronteras en los países que lindan con el exterior, para identificar debilidades y plantear medidas para corregirlas, dijo hoy el director ejecutivo de la Agencia Europea de Control de las Fronteras Exteriores (Frontex), Fabrice Leggeri.

Según Leggeri, esa agencia “ha empezado a trabajar con los Estados miembros” para poder, a partir del próximo otoño, empezar a analizar la situación en sus fronteras externas, con el fin de “identificar medidas” que los países tendrán que aplicar para mejorar sus capacidades, algo que se enmarca en el mandato de la nueva Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas.

Para analizar de manera más precisa la gestión de las fronteras, la agencia preparará análisis de “vulnerabilidad” de las capacidades y preparación de los países para afrontar amenazas y presiones en las fronteras exteriores, dijo el director de Frontex.

En ese contexto, indicó que confía en que haya países que se presten “voluntarios” para poner a prueba un “modelo” piloto para analizar esas capacidades.

“La intención es lanzar esto en otoño para poder proponer formalmente al consejo de administración de la agencia ese sistema de análisis de vulnerabilidad”, indicó.

A efectos de ayudar en el control de la gestión de las fronteras exteriores, la nueva agencia designará además a funcionarios de enlace en los Estados miembros y asesorará a la Comisión Europea (CE) sobre cualquier situación urgente que pudiera amenazar el funcionamiento del espacio Schengen.

El director ejecutivo de Frontex pasó revista en rueda de prensa a los preparativos para la puesta en marcha de la Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas, que se “construirá sobre Frontex”, y supondrá una continuidad de la misma, explicó.

Este nuevo instrumento, cuya regulación recibió el visto bueno de la Eurocámara el pasado 6 de julio, pretende “asegurar una gestión integrada de las fronteras a nivel europeo y facilitar una asistencia técnica y operativa a los países”.

Además, facilitará apoyo en las “operaciones de búsqueda y rescate” en alta mar y participará más activamente que Frontex en el apoyo a los países a la hora de llevar a cabo los retornos de los inmigrantes que no tengan derecho a permanecer en el territorio comunitario.

La agencia no tendrá sus propios efectivos, pero podrá recurrir “en menos de una semana” a una reserva de 1.500 guardias procedentes de los Estados miembros, de los que España deberá aportar 111, según el reparto acordado.

Además, podrá adquirir su propio equipamiento y gestionar los equipos aportados por los Estados miembros.

La adaptación de Frontex a la nueva agencia, explicó su director ejecutivo, se hará a través de una “transición suave” y exigirá reclutar unos 220 oficiales suplementarios de aquí a finales de 2017, que se sumarán a los 350 actuales.

Según Frontex, en mayo pasado el número de inmigrantes que llegaron a las islas griegas desde Turquía por mar siguió bajando, y se situó en unos 1.500 (un 60 % menos que en el mes anterior).

Por otra parte, en los Balcanes occidentales 3.350 inmigrantes fueron detectados cuando cruzaban las fronteras europeas, un 15 % menos que en abril.

En la ruta española (Mediterráneo oriental) entre enero y febrero de 2016 se detectaron 694 cruces irregulares en la ruta del Mediterráneo oriental, de los que cerca de un tercio procedían de Guinea.

La agencia recordó que, tras los importantes flujos de 2005 en la ruta entre Marruecos y España, la cooperación entre ambos países ha logrado mantener las cifras “comparativamente bajas” en los últimos años.

Además de los retos que plantea la inmigración irregular, las autoridades españolas fronterizas también afrontan el reto de los traficantes de droga, indica Frontex, que añade que hay pruebas de que las lanchas utilizadas tradicionalmente por los traficantes están siendo sustituidas por avionetas y helicópteros.