La UE amplía su misión para formar a guardacostas libios y apoyar el embargo de armas

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) acordaron hoy ampliar las actividades de su operación naval contra las mafias migratorias en el Mediterráneo central “Sofía”, de manera que también se encargue de formar a los guardacostas libios y de vigilar el embargo de armas a Libia.

Los ministros aprobaron hoy la decisión legal para expandir las tareas de EUNavfor Med “Sofía”, y acordaron ampliar su mandato un año, hasta el 27 de julio de 2017, indicó el Consejo de la Unión.

En julio los ministros deberán acordar en otra decisión legal los detalles logísticos para esta nueva dimensión de la operación, como el puerto base o que procedimiento se aplicará a los sospechosos arrestados, apuntaron fuentes comunitarias.

Los ministros señalaron que la misión principal seguirá siendo desmantelar el modelo de negocio de los traficantes de seres humanos en el Mediterráneo central.

Como tarea “de apoyo” se le añadirá el entrenamiento de los guardacostas y la marina de Libia, el país del que parten la mayoría de las embarcaciones irregulares con migrantes.

El objetivo es reforzar su capacidad para combatir las redes que trafican con inmigrantes y que puedan llevar a cabo actividades de rescate para salvar vidas en el mar, de manera que la seguridad de las aguas territoriales libias mejore.

La otra nueva tarea será contribuir a la implementación del embargo de armas que la ONU impuso a Libia, con vistas a que el país gane en estabilidad y se reduzcan los tráficos ilícitos.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó recientemente la resolución 2292 para respaldar esta nueva actividad de la operación “Sofía”, centrada en compartir información y apoyar el embargo de armas desde aguas internacionales frente a la costa de Libia.

Según la UE, esto incrementará el conocimiento del entorno marítimo y limitará las armas que acaban en manos del Estado Islámico (EI) y otros grupos terroristas que operan en Libia.

“Sofía” empezó a operar en junio de 2015 y entró en su fase activa en octubre de ese año, cuando empezó a identificar, capturar y eliminar embarcaciones empleadas por traficantes.

Desde entonces, la operación ha contribuido a arrestar y transferir a las autoridades italianas (a las que los Veintiocho asignaron ese rol) a 71 supuestos traficantes y a neutralizar 139 barcos.

Además, según datos del Consejo, ha ayudado a salvar unas 16.000 vidas en el mar.