UPyD exige más controles a los tránsfugas, proceder que su partido ha sufrido

UPyD quiere que el Gobierno actualice el Pacto Antitransfuguismo porque cree que está “totalmente obsoleto” y los mecanismos de control aprobados entonces han quedado “vacíos de contenido” para combatir este comportamiento que el partido de Rosa Díez ha sufrido recientemente con la fuga de dirigentes hacia C's.

La formación magenta cree que hay que adoptar nuevas medidas para desterrar de la vida parlamentaria y municipal esta actitud “deleznable” y por eso interpelará el miércoles al Gobierno sobre las iniciativas que piensa adoptar para renovar el Acuerdo sobre Transfuguismo.

Un acuerdo que se firmó en 1998 y que se renovó posteriormente, en los años 2000 y 2006, con el objetivo de ir cortando el paso a lo que UPyD califica de “deslealtad” hacia las fuerzas políticas en las que estos tránsfugas fueron elegidos.

Ya que, además, señala el partido magenta en la exposición de motivos de la interpelación, “distorsiona” la voluntad manifestada por los ciudadanos en los procesos electorales y tiende a producir un efecto de “desapego y desconfianza” hacia los mecanismos de representación y de toma de decisiones.

Por estos motivos, las fuerzas políticas dieron el paso de prevenir esta clase de conductas y suscribieron un acuerdo en 1998 que puso el acento en conseguir la reprobación social del transfuguismo, una “creciente conciencia” de sus efectos perturbadores sobre la vida política y aumentar el “aislamiento” político de los tránsfugas.

A lo largo de estos años, se han ido introduciendo medidas adicionales para mejorar los mecanismos de control de estas prácticas, pero, ahora, UPyD cree que hay que dar un nuevo empujón a este pacto con nuevos instrumentos que las eviten.

Precisamente, UPyD, inmersa en una crisis interna tras el desastre electoral en Andalucía en las elecciones de marzo, ha sufrido en los últimos meses la marcha de algunos de sus dirigentes a Ciudadanos y ha acusado a su presidente, Albert Rivera, de fomentar el transfuguismo.

De hecho, dos de sus cuatro eurodiputados, Enrique Calvet y Fernando Maura, fueron expulsados de UPyD el mes pasado tras ser acusados de trabajar para C's desde dentro y el partido les considera tránsfugas “pasivos”.

No dejaron su escaño sino que se quedaron como independientes en el grupo liberal ALDE, pero Maura fue más allá al formalizar con los dos europarlamentarios de C's la alianza “Ciudadanos europeos” dentro de ese mismo grupo.