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Unidas Podemos estrena candidatos en Galicia y Euskadi en su primer examen en las urnas tras alcanzar el Gobierno

Pablo Iglesias, junto al candidato gallego Antón Gómez-Reino y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en un acto de la campaña de las últimas generales.

Aitor Riveiro

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El primer examen en las urnas para Unidas Podemos desde que cumpliera uno de sus objetivos fundacionales, alcanzar el Gobierno central, llegará el próximo 12 de julio y por vía doble. Ese día se celebrarán elecciones en Galicia y Euskadi. Unos comicios en los que no solo se determinará la composición de ambos gobiernos autonómicos, sino que servirá para medir los apoyos de cada partido ante la gestión de la pandemia provocada por la COVID-19.

Para Unidas Podemos se añade un segundo reto. Sus candidatos se presentan por primera vez ante el electorado en unos comicios autonómicos y la política de alianzas de este 2020 será distinta a la que alcanzaron en 2016.

Euskadi y Galicia fueron dos de las comunidades que más alegrías dieron a Podemos tras su fundación, en 2014. El partido que lidera Pablo Iglesias se impuso en votos al PNV en la doble vuelta de las generales de 2015-2016 en el País Vasco, con un discurso que mezclaba propuestas sociales y económicas de izquierdas con un discurso a favor de la plurinacionalidad y el derecho a decidir. Con una izquierda abertzale en proceso de recomposición y el PSE sufriendo los embates de la crisis del bipartidismo, Podemos cosechó, como en Catalunya, unos resultados espectaculares que lo catapultaron en número de votos y en diputados en el Congreso.

Sus resultados en el “arco mediterráneo” (Catalunya, País Valencià, Mallorca,...) y en las nacionalidades históricas dibujaban una suerte de “nuevo país”, como ellos mismos lo definieron, que serviría de “palanca” para un cambio a nivel estatal que tardó mucho más en llegar, si se considera que la llegada de Unidas Podemos al Gobierno en este 2020 implica la consecución de dicho objetivo.

En Galicia, En Marea logró el sorpasso a los socialistas en 2015 pero no evitó otra mayoría absoluta del PP de Alberto Núñez Feijóo, pero ese espacio entró en crisis y provocó una escisión en el parlamento gallego. La coalición En Marea había sido la opción ajena al bipartidismo más exitosa que ha tenido Galicia a nivel estatal.

Los resultados a nivel estatal nunca se repitieron. Unidas Podemos sufrió en ambas comunidades similar sangría de votos a la que padeció en el resto de España. Hoy son dos los diputados gallegos en el Congreso (en 2015 fueron seis) y tres los vascos (en 2016, seis).

Menor empuje autonómico

Los resultados de Unidas Podemos en el ámbito autonómico en Galicia y Euskadi desde entonces fueron a peor. Los comicios se celebraron en septiembre de 2016, ya después del batacazo moral del 26J. Con todo, el respaldo en las urnas permitía asentar una base desde la que construir una opción de futuro. Pero, como en otras regiones, no ocurrió. La falta de implantación en el territorio ha sido reconocida por Pablo Iglesias como uno de los principales problemas en la formación del partido y en sus resultados más allá de las elecciones generales.

En cualquier caso, ni En Marea volverá a concurrir en Galicia ni Elkarrekin Podemos-IU presentará en las urnas el proyecto que el partido ha ido construyendo estos años.

Galicia en Común tendrá como candidato al secretario general de Podemos en la región, el diputado estatal Antón Gómez-Reino. La candidatura aglutina a buena parte de lo que fuera En Marea, pero no a todos. Estarán Podemos, Esquerda Unida (IU) y Anova, el partido nacionalista que puso en marcha el histórico Xosé Manuel Beiras tras irse del BNG. Precisamente el partido nacionalista gallego intenta recoger parte del caudal de ilusión que generó la irrupción de Podemos en su día, aunque en la doble cita electoral de 2019 quedó por detrás de Unidas Podemos.

La candidatura de Gómez-Reino ha criticado el adelanto electoral decretado por Alberto Núñez Feijóo, quien ha ido una vez más a rebufo del PNV en Euskadi. Ya hizo coincidir los comicios en 2016 y lo intentó a principios de 2020. La epidemia provocada por el SARS-CoV-2 hizo desconvocar ambos comicios. El PNV negoció con el Gobierno permitir retomarlos en julio y el líder del PP gallego vio la oportunidad de sumarse a ese carro.

El panorama, como en todo el Estado, es imprevisible. Una encuesta encargada por eldiario.es revelaba a principios de marzo que la mayoría de Feijóo pendía de un hilo. Hoy, ese vaticinio no sirve ante la crisis sanitaria, económica y social que vive España, pero la convocatoria ha pillado con el pie cambiado a la oposición.

Galicia en Común, con todo, cuenta con un activo importante en estos comicios: la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Antigua dirigente de Esquerda Unida, fue una de las personas que participó en la creación de AGE en 2012, que tuvo una irrupción triunfal en aquellos comicios con Beiras como cabeza de lista pero que poco a poco se desinfló. Su figura política ha emergido en la política estatal, se ha convertido en una de las principales colaboradoras de Pablo Iglesias, mantiene una gran sintonía con Gómez-Reino y ahora lidera desde el Gobierno uno de los departamentos más sensibles. Su presencia, y la de Iglesias, así como la capacidad de ambos de hacer valer su labor en el Ejecutivo serán determinantes para el resultado final. Aunque los dirigentes consultados lo ven difícil y apuntan que Feijóo no hubiera convocado las elecciones, pese al pacto que mantenía de pactar la fecha con la oposición, si no tuviera sondeos con números favorables.

En Euskadi hay menos incertidumbre. La victoria del PNV del lehendakari Íñigo Urkullu parece clara. La duda será si logra una mayoría de gobierno. Y con quien. Ahí, los escaños de Elkarrekin Podemos-IU pueden ser decisivos para un giro a la izquierda en Ajuria Enea.

La candidatura de Elkarrekin Podemos estará comandada por Miren Gorrotxategi, apoyada por Pablo Iglesias, quien se impuso de forma inesperada a la candidata del aparato que dirigía el dimitido Lander Martínez.

El ya ex secretario general autonómico dejó tras el fiasco de su candidata, la exdiputada estatal Rosa Martínez. Martínez siempre se posicionó en frente de Pablo Iglesias en las confrontaciones internas y nunca ocultó su apuesta por Íñigo Errejón. Pero, a diferencia de otros líderes autonómicos, respetó el liderazgo de su secretario general y era partidario de pactar las diferencias y remar en la misma dirección.

Incluso con la escisión de Errejón y su apuesta por Más País, Martínez mantuvo su fidelidad a Podemos. Errejón tiró al final de Equo-Berdeak y logró montar una candidatura solo en Bizakaia, pero fracasó.

De cara a las autonómicas, Lander Martínez optó por intentar recuperar a Equo para Unidas Podemos. La candidata, Rosa Martínez, proviene del partido ecologista. Quizá midieron mal el movimiento (dar cobijo a quien unos meses antes había servido de plataforma de aterrizaje a Errejón), quizá el empuje de Iglesias sigue siendo imbatible en la interna del partido. Probablemente, una mezcla de ambas cosas. La realidad es que su opción perdió en las primarias.

La candidata contará también con el apoyo de Iglesias y del líder de IU, Alberto Garzón, en la campaña. A su lado, además, destacarán los diputados Juan López de Uralde y Roberto Uriarte (el que fuera primer secretario general de Podemos en Euskadi) y Pilar Garrido, quien precisamente opta a liderar el partido en las primarias que se celebrarán en junio.

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