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Urrusolo critica que “no se han dado pasos” sobre los presos hasta que “no les ha tocado” a los dirigentes de la IA

EUROPA PRESS

BILBAO —

El exmiembro de ETA Joseba Urrusolo Sistiaga ha considerado que “está bien” que los dirigentes de la izquierda abertzale apuesten por que los presos y se acojan a la legalidad penitenciaria, pero ha censurado que “no se han dado pasos” hasta “a ellos no les ha tocado directamente un sumario en el que podían entrar en la cárcel”. Asimismo, ha defendido que ETA puede “escenificar un desarme perfectamente” y dejar “el tema de los presos en manos de Sortu”

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Urrusolo Sistiaga ha defendido que el conjunto de la izquierda abertzale y ETA tienen que “cerrar este ciclo de la mejor manera posible” y dar “un final definitivo a la organización que sea creíble” y que permita que se pueda hacer política y tener una convivencia “más normalizada”, así como que “el tema de los presos se vaya solucionando”.

De este modo, ha insistido en que ETA “tiene que desaparecer” y “escenificar un desarme, que pueden hacer ellos perfectamente”. En este sentido, ha señalado que “el desarme, a día de hoy, no es más que algo simbólico, que no tiene ninguna repercusión a efectos prácticos” ya que una parte del “poco material que queda, controlada por la policía” y el resto “se puede hacer desaparecer”.

“La cuestión es que ETA termine, desaparezca y deje el tema de los presos en manos de Sortu, que es quien gestiona, a día de hoy, la parte política”, ha indicado Urrusolo Sistiaga, que ha advertido de que, en caso contrario, “se sigue dejando esta mochila pendiente que, a día de hoy, está afectando principalmente a los presos”.

Según ha indicado, “la mayor parte de la militancia de lo que ha sido ETA, a día hoy, está integrada en Sortu, está en la calle, y otros están presos”.

Asimismo, ha considerado que “está bien” que desde Sortu se diga que hay que asumir la legalidad penitenciaria, si bien “lo han puesto en práctica muy tarde” y “cuando a ellos les ha tocado”. “Ellos eran conscientes desde hace muchos años que esto se tenía que terminar, que había que dar pasos en base a la legislación penitenciaria”, ha manifestado el exmiebro de ETA, que ha explicado que, cuando los presos de la denominada 'Vía Nanclares' empezaron a dar pasos, “la gente de la dirección de Sortu estaba de acuerdo”.

Sin embargo, “no se han dado pasos” hasta que “a ellos no les ha tocado directamente un sumario en el que podían entrar en la cárcel”, ha señalado en referencia a “la gente del sumario de Segura, de Arraiz, que ahora ha planteado el tema de las vías del reconocimiento del dolor causado en su caso personal” y, además, “al margen del colectivo, que hasta ahora no ha dado ese tipo de pasos”.

De este modo, ha asegurado que está “completamente convencido” de que, si no se hubieran visto afectados, no se habría producido esa situación. Según ha indicado, “la gente que estaba en Argel como asesores de HB estaban de acuerdo en que aquello tenía que ser un proceso definitivo”, aunque finalmente “se rompe por decisión de dos o tres personas dentro de la dirección de ETA”, pero “la cuestión es que esa misma gente que en el año 87 era consciente de todo eso en la parte política han seguido hasta 30 años después”.

Asimismo, ha advertido de que, durante años, se ha estado pensando que “iba a haber una salida negociada” y ha insistido en que, “si sigues planteando una línea en la que dices 'estoy orgulloso de lo que he hecho', no tienes recorrido en las vías legales” porque haber cumplido las tres cuartas partes de la condena es solo “una condición”.

Urrusolo Sistiaga ha señalado, además, que en la izquierda abertzale se han establecido “muchas líneas rojas” que luego “ha traspasado” como el hecho de “ir al Parlamento de Madrid” o que ETA “terminara sin más, sin negociación política”. “Ahora dicen que los presos van a dar pasos en las vías legales, con las vías rojas de la delación y el arrepentimiento. Si dices públicamente que no vas a aceptar el arrepentimiento, que sigues orgulloso de lo tuyo, te sitúas en una tesitura muy complicada”, ha advertido.

Asimismo, ha censurado que “se está haciendo, desde la izquierda abertzale, una interpretación de la legislación penitenciaria que es la peor posible” para los presos al plantear que, “como los presos no van a entrar en la delación, se terminó, la vía legal está bloqueada”, algo que “no es cierto”.

En este marco, ha considerado “positivo” que los dirigentes de la izquierda abertzale hayan llegado a acuerdos con la Fiscalía, pero que “lo hayan hecho cuando a ellos les tocaba entrar en la cárcel es lo que dificulta que los demás presos se sitúen en esa tesitura”. Según ha indicado, si hubieran hecho esa apuesta “anteriormente, delante de la propia sociedad, de la propia izquierda abertzale”, podría “haber permitido que los presos, que hay muchos dentro del colectivo que están dispuestos a dar esos pasos desde hace mucho tiempo, lo pudieran haber hecho”.

El exmiembro de ETA ha afirmado que “muchos militantes que han estado en la organización con cargos de responsabilidad están hoy en día en Sortu, son ellos los que tienen más legitimidad y más capacidad de representar lo que ha sido ETA para buscar soluciones”.

Por otro lado, ha defendido que los militantes de ETA han formado parte de “una cuestión colectiva, en la que ETA era una parte de la izquierda abertale”. “No toda la gente que estaba en la izquierda abertzale formaba parte de ETA, pero mucha gente que estaba en estructuras políticas claro que se sentían parte de ETA y formaban parte de ETA. La cuestión es que ahora se plantea solamente una diferenciación, desde la izquierda abertzale se dice 'nosotros solo hemos hecho política, los otros son los que han participado en los atentados'. Esa distinción no se hacía hasta ahora”, ha apuntado.

Según ha indicado, “al hacer esa diferenciación, se deja la mochila en la gente que está presa y lo tiene más difícil para salir”.

DISIDENTES

Por otro lado, ha considerado que la disidencia a la línea de Sortu no es “muy significativa”. A su entender, “es un sector pequeño que no representa gran cosa” ni “un gran problema”.

En esta línea, ha explicado que, “en nuestro caso, estábamos convencidos de que, si ETA decía 'hasta aquí hemos llegado y paramos', no habría habido gente que habría decidido continuar”. De este modo, ha señalado que “la escisión que ahora representan algunos es de gente que quería seguir con la lucha, pero no solo expresos, también había en las estructuras de la izquierda abertzale gente que quería que otros siguieran con la lucha armada, porque ha habido mucha gente que ha estado calentando la cabeza a los jóvenes, desde periódicos, desde la política, para que se implicaran en la lucha armada, pero guardándose muy mucho de no implicarse”.

QUE OTROS SE AUTOCRITIQUEN

Finalmente, el exmiembro de ETA ha manifestado que “hubo gente que se empeñó en llevar a ETA a la peor situación posible” y, en ese contexto, “ahora nos toca decir cómo cerramos esa etapa”. A su entender, “no podemos plantear que tiene que haber un marco en que todos hablen, lleguemos a un acuerdo y los otros se autocritiquen también para autocriticarnos nosotros. Ese planteamiento nos lleva a largar las cosas”.

De este modo, ha apostado por que “somos nosotros mismos los que tenemos que empezar a dar pasos”. “¿Por qué tenemos que esperar a que otra gente plantee que torturar estuvo mal, que matar a militantes de ETA o a otras personas en nombres del Batallón Vasco-Español, del GAl, estuvo mal?”, ha indicado. En este sentido, ha señalado que “lo que hizo Yoyes fue lo que está haciendo hoy la mesa de Segura”.

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