Velas y lágrimas en el segundo aniversario de la matanza de Peshawar

Medio centenar de familias de los 125 estudiantes asesinados en un ataque talibán contra un colegio de la ciudad paquistaní de Peshawar (noroeste) conmemoraron hoy con fotos de sus hijos, velas y llantos la matanza que aterrorizó a Pakistán hace dos años.

El grupo de padres y hermanos de las víctimas se reunió en una biblioteca de la ciudad para rememorar con una vigilia a sus hijos, abatidos a tiros el 16 de diciembre de 2014, en uno de los peores atentados de la historia de Pakistán.

“Todo el mundo está lleno de pena y dolor. Es la mayor tragedia de nuestras vidas”, dijo a Efe Sher Nawaz, quien perdió a su hijo Yasir Iqbal en aquel ataque, obra del principal grupo insurgente del país, el Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP).

Nawaz detalló que muchos de los familiares no lograron contener las lágrimas durante el acto, organizado por los propios progenitores, y agregó que cada uno encendió una vela en honor de su hijo.

“Todavía recordamos a nuestros pequeños. Nunca olvidaremos ese día”, indicó Nawaz.

En el acto no participaron autoridades gubernamentales ni militares, quienes si participarán mañana, viernes, en un acto oficial en recuerdo de las víctimas en Peshawar.

Un grupo de talibanes asaltó la escuela gestionada por militares en Peshawar, donde mató a 125 estudiantes y 12 profesores tras abrirse paso mediante el lanzamiento de granadas de mano y abrir fuego clase por clase, en un ataque que duró varias horas.

El TTP justificó el ataque como un acto de venganza por la ofensiva militar en las áreas tribales de Waziristán del Norte y Khyber (noroeste de Pakistán), un operativo que continúa en la actualidad y en el que han muerto al menos 3.500 terroristas y 488 soldados.

Tras el asalto, el Ejército intensificó con bombardeos aéreos y operaciones terrestres la operación, iniciada en junio de 2014, lo que ha reducido la violencia extremista en el país de forma considerable.

A pesar de ello, continúan produciéndose grandes ataques, como la matanza de 72 abogados en un hospital en Quetta (oeste de Pakistán) en agosto pasado y la muerte de 62 cadetes en una academia policial de esa misma ciudad en octubre.