Zelda y Scott, una relación de amor, pasión y locura plasmada en sus cartas

“Querido Scott, querida Zelda” es el nombre con el que se reúnen las cartas de amor del matrimonio Fitzgerald, una relación romántica, apasionada pero también tormentosa, y cuya correspondencia permite al lector conocer el lado más íntimo del autor de “El gran Gatsby”.

El romance, el compromiso, la estancia en París, las publicaciones de “El gran Gatsby” y “Suave es la noche” y el internamiento de Zelda en un psiquiátrico recorren este volumen epistolar que publica Lumen, y que se adentra en la vida del escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald.

“Me gustaría verte, casi he olvidado lo que estar vivo con una inteligencia que funciona”. Así empieza una de las cartas que Zelda le envió a su marido, tras ser internada en el psiquiátrico de Highland, en Aheville, debido a sus ataques nerviosos, donde murió a en 1948 a los 47 años de edad.

La historia del matrimonio parece un reflejo de su época: los felices años veinte, lleno de festejos y despreocupación, acogieron el enamoramiento y el compromiso de la pareja, mientras que la crisis económica tras el crac del 29 contempló el descenso a la locura de Zelda y el creciente problema de alcoholismo de Scott.

En sus cartas el lector asiste a la pasión, el odio, la ternura, la inteligencia y la vocación de los protagonistas, y en ellas aparecen alguno de los escritores y personajes más representativos de esta época, de la llamada “generación perdida”, como Ernest Hemingway o John Dos Passos.

Hemingway, que coincidió en la capital francesa con Fitzgerald y cuya relación quedó plasmada en el libro autobiográfico del primero, “París era una fiesta”, se opuso siempre a la relación entre Scott y Zelda, pues consideraba que la rebeldía y las modernas ideas de la mujer estaban llevando al escritor a su destrucción.

Sin embargo, este volumen trata de derribar mitos como este, que el tiempo y la leyenda han formado en torno a la pareja, según explican los editores del volumen, Jackson R. Bryer y Cathy W. Barks, pues si se ofrecen las fuentes originales será el lector quien forme su propia biografía.

Francis Scott Fitzgerald (1986-1940) se convirtió en uno de los escritores más importante del siglo XX, alzándose como uno de los representantes de una serie de intelectuales y artistas marcados por las heridas de la Primera Guerra Mundial y los horrores de la Segunda, y que se conoció como la “generación perdida”.

El velo formado por lujosas mansiones, fiestas acompañadas de jazz y swing y ricos representantes de la alta sociedad, fue descorrido por el escritor, que con su pluma mostró a los torturados y enigmáticos personajes ocultos tras esta mentira.

“El gran Gatsby” (1925) quizás es su novela más conocida, donde están presentes los rasgos característicos del escritor; sin embargo es en “Suave es la noche” (1934), otra de sus obras maestras, donde el escritor reflejó, mediante los dos protagonistas, su vida con Zelda, la vida de clase alta, su creciente alcoholismo y los problemas mentales de su esposa.

El volumen “Querido Scott, querida Zelda” se enmarca dentro del creciente interés que se está creando en los últimos tiempos en torno a la figura del escritor, debido a la adaptación cinematográfica de “El gran Gatsby” a cargo del director Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire y Carey Mulligan.

Carmen Sigüenza.