El abanico de evasivas de Rufián para esquivar los dardos de JxCat

El número dos de ERC en las elecciones del 28A, Gabriel Rufián, ha seguido al pie de la letra la consigna lanzada por la dirección de su partido y ha ignorado totalmente a JxCat, hasta el punto de no responder a ninguno de sus dardos y reproches -algunos menos velados que otros- en toda la campaña.

La insistencia de los periodistas que han seguido a Rufián durante los quince días de campaña, para conocer su opinión cada vez que desde JxCat se lanzaba alguna crítica hacia él o hacia ERC, ha chocado siempre contra un muro de evasivas y silencios.

El candidato republicano ha utilizado casi siempre la misma fórmula para desviar las preguntas: “Todo mi respeto hacia el espacio convergente”, una adjetivación cargada de intención, para remarcar que, pese a los cambios de siglas, en el fondo, JxCat carga en su mochila la herencia de la antigua Convergència.

La única variación que podía introducir Rufián era sustituir “todo mi respeto” por “deseo mucha suerte”, siempre dirigiéndose “al espacio convergente”.

Ni las apelaciones de Jordi Sànchez y Carles Puigdemont a configurar listas unitarias del independentismo, ni los reproches de algún candidato de JxCat por no haber investido a distancia al propio Puigdemont, ni las críticas por rechazar la “unidad” electoral han hecho caer a Rufián en la tentación de replicar.

Una de las razones de fondo es que ERC parte con ventaja en todos los sondeos, algunos incluso le auguran el doble de escaños que JxCat, y lo último que desean los estrategas republicanos es entrar en un cruce de acusaciones con su principal competidor soberanista: su estrategia ha sido ignorarlo por completo.

En privado, los dirigentes de ERC siguen denominando “convergentes” a las organizaciones surgidas de la descomposición de CiU, ya sea el PDeCAT, JxCat o la Crida Nacional per la República, pero en esta campaña ya han empleado la expresión públicamente.

Las sucesivas refundaciones habidas en el espacio que ERC etiqueta como “el centroderecha catalán” han sido contempladas desde Esquerra siempre con cierto escepticismo.

Siendo consciente la dirección de ERC de que en la anterior campaña, la del 21D, saltaron chispas en las relaciones con JxCat, en esta ocasión ha optado por la estrategia de obviar lo máximo posible a sus socios de Govern y centrar su artillería dialéctica contra quien considera que es su principal contrincante en estos comicios, el PSOE.

Rufián y el resto de candidatos han seguido a pies juntillas la consigna del comité de campaña de ERC, y ni siquiera sus nuevos socios de coalición, Sobiranistes, han roto el compromiso de evitar cualquier polémica con JxCat o con otras fuerzas independentistas.

Carles Serra