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La mujer acusada por la ablación genital que sufrió su hija en Mali asegura que la practicó su suegra sin informarle

La pequeña Lucky no será mutilada como sí lo fue su madre Asmahaan/ Foto: Jon Cuesta

Elena Herrera

La mujer de Mali acusada por la ablación genital que sufrió su hija al poco de nacer en el país africano y antes de emigrar a España ha asegurado en la vista oral que fue su suegra, la abuela de la menor, la que practicó la mutilación sin informarle previamente. A preguntas del fiscal sobre si había comunicado a su suegra que no debía practicar la ablación a la menor, la encausada ha mantenido que en su lugar de origen “la mujer no tiene palabra” y que es la familia del marido la que toma las decisiones. 

Tras escuchar a la mujer y a varios testigos, la Fiscalía ha mantenido la petición de seis años de condena. En su escrito de acusación, el Ministerio Publico considera que “a pesar de conocer esta costumbre y la realidad de que tales mutilaciones se ejecutan sobre las niñas recién nacidas”, la mujer “no adoptó las medidas de precaución adecuadas respecto a su hija”. Es decir, que toleró que le fuera practicada la ablación genital poco después de nacer en Mali. 

La mujer, que ha asegurado que ella también fue mutilada, ha señalado que es una práctica “habitual” en su lugar de origen y que las niñas a las que no se les realiza son consideradas como “sucias”. Aun así, ha mantenido que, si le hubieran informado, no habría aceptado la ablación genital de su hija. No obstante, ha remarcado que “nunca” le habrían comunicado previamente que se le iba a practicar. De hecho, sí ha asegurado haber tomado medidas para evitar la mutilación de su hija pequeña. 

Los hechos enjuiciados se remontan al 21 de noviembre de 2018, cuando en una revisión médica en un centro de salud de O Corgo (Lugo), un facultativo detectó que la menor había sufrido una mutilación genital. Ese mismo día fue reconocida por un médico forense, que confirmó las lesiones sin poder establecer el tiempo de evolución de las mismas. La niña estaba entonces a punto de cumplir ocho años. 

El Ministerio Público considera que la mutilación de la menor fue causada en sus primeras semanas de vida en Mali y antes de venir a España “como consecuencia de los motivos religiosos y culturales imperantes en aquel país”. 

El juicio, que ha quedado visto para sentencia, se ha celebrado este martes en la Audiencia Nacional, que es el tribunal competente para investigar y juzgar los delitos cometidos en el extranjero sea o no español su presunto autor. En España está castigado con penas de entre seis y doce años de prisión causar una mutilación genital en cualquiera de sus manifestaciones.

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