Los 7 acusados de célula yihadista se arrepienten para lograr rebaja de pena

Los siete acusados de la célula yihadista de propaganda y captación desarticulada en marzo de 2015 en España han reconocido hoy los hechos, se han arrepentido de ellos y han condenado todo tipo de violencia para intentar que el fiscal y la Asociación Víctimas del Terrorismo rebajen sus peticiones de cárcel.

Según han explicado fuentes de las defensas se trata de una estrategia vinculada a un preacuerdo con la Fiscalía y la acusación, supeditado a lo que testifiquen mañana tres policías encargados de la investigación.

Ello supondrá una rebaja en la petición de pena del fiscal y de la Asociación Víctimas del Terrorismo que no conllevará, en ningún caso, la libertad de ningún acusado.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicitaba doce años de cárcel para el presunto cabecilla del grupo, Abdelouahab Tahtah, y diez para el resto por integración en organización terrorista y a uno de estos últimos un año más por tenencia ilícita de arma.

Por su parte, la acusación popular, ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), pedía catorce años de prisión para Tahtah y doce para el resto, además de un año más para uno de ellos por la tenencia ilícita de armas, mientras que las defensas reclamaban la absolución.

El presunto líder de la célula, Abdelouahab Tahtah ha reconocido ante el tribunal los hechos por los que está acusado y ha añadido: “Me arrepiento” y “odio todo tipo de violencia”.

En la misma línea se han pronunciado los demás acusados, en concreto Iliace B.A. -que ha añadido que ninguna clase de violencia se justifica-, Ismael B.G., Younes T.Ch., Nasssira B. y Mohamed E.A.J..

Igualmente, Yassir E.H., además de reconocer los hechos, se ha mostrado muy arrepentido, ha condenado la violencia y ha asegurado que su ideología no es la del Estado Islámico.

Una vez que los policías testifiquen mañana en el juicio que los hechos se corresponden con los reconocidos por los acusados podrá materializarse dicho preacuerdo, y, en su caso, el fiscal y la acusación concretarán la petición de pena definitiva que hoy no ha sido aún comunicada formalmente.

Según la Fiscalía, los acusados formaban un grupo operativo que gestionaba hasta 42 perfiles en las redes sociales y habían constituido diez páginas para debates y manifestaciones públicas de apoyo al Dáesh.

La célula realizaba propaganda del Estado Islámico en la que también incitaban a la comisión de actos violentos, además de llevar a cabo una labor de captación de combatientes para integrarse en las filas del Dáesh en Siria o Irak o para cometer atentados en España como “lobos solitarios”.

Añade que en mensajes y vídeos justificaban los atentados del 11S y del 11M, publicitaban decapitaciones y ensalzaban el martirio, y tal era su radicalización que en el caso de uno de ellos se comprobó cómo aleccionaba a su hijo de dos años hasta el punto de que el pequeño ya decía que de mayor quería ser yihadista.

Incluso, siempre según la Fiscalía, llegaron a proferir en las redes amenazas contra el rey Felipe VI.