La primera alcaldesa de Gambia, Rohey Malick Lowe, busca “empoderar a mujeres”

La alcaldesa de Banjul, Rohey Malick Lowe, primera mujer en Gambia que dirige un consistorio, busca “empoderar a las mujeres” y situar a la capital como un referente de modernidad en África en el que ellas jueguen un papel fundamental.

“Mi agenda pretende empoderar a las mujeres. Queremos hacer de Banjul una ciudad moderna como otras capitales y crear un entorno empresarial propicio para ellas”, explica Malick Lowe, de 46 años, en una entrevista con Efe en su despacho de la Alcaldía.

Esta empresaria gambiana, que acaba de cumplir sus primeros cien días de gobierno, logró imponerse en las urnas el pasado mayo a otros ocho aspirantes, siete de ellos hombres.

Malick Lowe se postuló como candidata del Partido Democrático Unificado que lidera el presidente del pequeño país de África Occidental, Adama Barrow, quien derrotó en los comicios de 2016 a Yahya Jammeh, dirigente del país con puño de hierro de 1996 a 2017.

La alcaldesa hizo historia a pesar de los comentarios difamatorios que pesaron contra ella y la baja representación femenina que aún persiste en la política africana.

“Los partidarios de mis oponentes inventaron todo tipo de historias sobre mí para empañar mi imagen, llegando incluso a insultarme a mí y a mis padres. Eso se debe a que soy una mujer y se sintieron amenazados por mi popularidad”, detalla la primera edil.

Hija del exalcalde de Banjul Alhagie Malick Lowe, Malick Lowe aprendió a ser líder desde la infancia.

Y eso le motivó a dar el salto a la política, tras pasar años desempeñándose como una empresaria de éxito al frente de una compañía especializada en suministrar materiales de limpieza a la industria hotelera.

Fue durante esa etapa cuando comenzó a inspirar a otras mujeres jóvenes y niñas de la ciudad a adoptar una actitud emprendedora y emprender sus propias iniciativas empresariales, una filosofía que todavía practica y, según dice, “no se va a ir pronto”.

Crear entornos laborales favorables a las mujeres e incentivarlas para entrar en política son dos de los objetivos fundamentales de Malick Lowe, que considera que las mujeres africanas deben encontrar su espacio “con el fin de lograr un cambio en el continente”.

La prevalencia de prácticas tradicionales y culturales en la mayoría de países africanos se cita a menudo como una de las grandes barreras para que las mujeres se impliquen en política, así como la intimidación, el acoso y la violencia que sufren cuando dan el paso.

“Creo que las mujeres no están tomando puestos de responsabilidad porque se sienten inferiores a sus compañeros masculinos y porque tradicionalmente se ha considerado que tenemos menos cultura que ellos”, lamenta la alcaldesa.

Entre los mayores retos a los que se enfrenta Malick Lowe en Banjul están el saneamiento ambiental y de las carreteras, así como la mejora de los desagües, que a menudo quedan atacados y causan riadas durante la época de lluvias.

Además, la alcaldesa se ha comprometido a combatir las irregularidades de personal y financieras que existen en la capital, una de las más pequeñas de África con sólo 40.000 habitantes.

“Cuando asumí mi cargo de alcaldesa -explica-, comencé un proceso de evaluación fiscal y administrativa de la ciudad y me di cuenta de que había anormalidades en la forma de gobernar anterior”.

En los primeros cien días en el cargo, Malick Lowe ha prescindido del “personal fantasma” que figuraba en la nómina del Ayuntamiento y también modificado algunas de las malas prácticas financieras en el sistema de recaudación de impuestos, lo que ha llevado, según la alcaldesa, a una “mejora en la riqueza de la ciudad”.

La cosmopolita Banjul, centro económico y administrativo del país y única ciudad con puerto marítimo, busca en esta nueva etapa, de la mano de la flamante alcaldesa, ponerse a la cabeza del país en cuestiones de género.

Sin embargo, la representación femenina sigue siendo muy baja en este país, rodeado por Senegal salvo en su estrecha salida al mar.

Gambia viene registrando una baja participación de mujeres en puestos de responsabilidad, con tan sólo dos ministras en el Gobierno y seis mujeres entre los 58 diputados del Parlamento.

La escasa representación femenina, asociada a la profunda estructura patriarcal de Gambia, es una preocupación creciente de activistas del país, aunque Malick Lowe parece empeñada en derribar esa “gran barrera”.

Saikou Suwareh Jabai