Archivado el caso de los 6 muertos de la brigada forestal en Teruel al no ver causa penal

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Teruel ha archivado el caso del accidente en el que murieron seis miembros de una brigada forestal al estrellarse el helicóptero en el que viajaban, en el municipio turolense de Villel, al no detectar responsabilidad criminal.

En su resolución, el instructor, a tenor de los informes aportados por peritos e investigadores, atribuye el accidente a un problema mecánico en el sistema hidráulico de la aeronave, y descarta la existencia de elementos de prueba para “sospechar” que la capacidad del piloto estuviera mermada.

En el accidente, registrado el 19 de marzo de 2011 en una zona de monte bajo próxima a un lugar donde se había detectado un incendio, fallecieron seis miembros de una brigada aerotransportada, mientras que el séptimo componente del grupo forestal sufrió heridas de gravedad.

En su auto, el juez relata que dejó de comunicar con la base sobre las 13.40 horas de dicha jornada, por lo que el mando del operativo decidió enviar a la zona un segundo helicóptero, cuyos tripulantes alertaron sobre las 14.15 horas del accidente ocurrido.

El instructor señala que el testimonio del único superviviente, que relató que antes del accidente el piloto dijo a los miembros de la brigada que el mando del rotor principal iba duro pero que no se preocuparan porque estaba adiestrado en este tipo de situaciones, orientó la investigación hacia el funcionamiento del sistema hidráulico.

Previamente se comprobó, destaca el auto, que la aeronave cumplía con las revisiones programadas, que el motor se encontraba en un correcto estado de funcionamiento y que el piloto estaba “convenientemente cualificado”.

Los peritos detectaron, sin embargo, que un actuador hidráulico situado en el lado izquierdo del rotor se encontraba totalmente extendido sin modificar su posición, “presentando -añade el instructor- un ajuste del mecanismo intermedio inadecuado para su correcto funcionamiento”.

Según el juez, “las pruebas realizadas en el laboratorio confirmaron que ese inadecuado ajuste fue progresando hasta impedir la funcionalidad del actuador”.

A raíz del accidente y de la investigación realizada, la empresa fabricante de la aeronave, Bell Helicopter, informó a los propietarios y operadores del modelo 407 siniestrado de la necesidad de ampliar los requisitos de las inspecciones de mantenimiento programadas.

Afirma, por otra parte, el instructor que las autopsias practicadas ponen de manifiesto que la muerte del piloto y de los miembros de la brigada forestal se produjo por traumatismos sufridos en el impacto.

“De lo expuesto -concluye el juez- se sigue la causa de que el accidente estriba en un fallo mecánico de la aeronave, lo que descarta la existencia de negligencia criminal en los hechos”.

El responsable judicial deja abierta, sin embargo, la posibilidad de que las familias de las víctimas puedan acudir a la jurisdicción civil en busca de posibles responsabilidades.