Nueve iraquíes que ayudaron a EE.UU. en Irak demandan a Washington por visas

Nueve iraquíes que cooperaron con Washington durante la guerra de Irak demandaron al Gobierno de Estados Unidos por no cumplir la promesa que les hizo hace años de otorgarles visados, explicó hoy a Efe la directora de la organización que interpuso la demanda, Katie Riesner.

Riesner, directora del Proyecto a la Asistencia de los Refugiados Iraquíes, indicó que la demanda se presentó el lunes ante un juzgado federal de Washington y se dirige contra el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional, a los que consideran responsables del retraso.

La demanda alega que los nueve iraquíes que trabajaron para Estados Unidos están amenazados y su vida corre peligro, precisamente, por la relación que mantuvieron con el ejército estadounidense durante la guerra de Irak, que comenzó la noche del 19 de marzo de 2003 y se dio por terminada en 2011.

Para proteger a los iraquíes, el Congreso creó en 2008 un programa especial de visados para aquellos iraquíes o afganos que estuvieron al servicio del ejército de Estados Unidos al menos durante un año, entre 2003 y 2013, y ahora están siendo víctimas de “serias” amenazas para su vida.

“Uno de los demandantes tuvo que escapar a un tercer país por las graves amenazas a su mujer y a otro le dispararon por la espalda durante la guerra y, aún así, siguió sirviendo para Estados Unidos”, destacó Riesner.

Según los demandantes, el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional no han administrado el programa “de manera apropiada”, de forma que personas como las que figuran en la demanda llevan esperando un período de tiempo “excesivo” para saber si el visado ha sido o no aceptado.

Los nueve iraquíes que han demandado al Gobierno esperan una respuesta desde hace una media de cuatro años y tres meses, precisó Riesner.

El nombre de los nueve iraquíes no aparece en el documento, en el que los demandantes son identificados con apodos, ya que el Proyecto a la Asistencia de los Refugiados Iraquíes quiere garantizar que su identidad queda protegida.

Según detalló Riesner, uno de los demandantes es el doctor “Bravo”, quien procuró cuidados médicos de emergencia al personal estadounidense durante un largo periodo de la guerra de Irak.

El ingeniero “Mr. Eco” es otro de los iraquíes que figuran en la demanda y que, durante la guerra, se integró en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, construyó infraestructuras de seguridad y pudo sobrevivir a varios ataques suicidas.

La directora del Proyecto a la Asistencia de los Refugiados Iraquíes estima que, como estos nueve demandantes, otros 2.000 iraquíes tienen sus visas en el “limbo”, a la espera de que el Gobierno estadounidense dé el visto bueno.

“Es importante saber que la gente que empezó a trabajar para Estados Unidos era joven, eran adolescentes o tenían 20 años. Muchos de ellos, como los nueve demandantes, han pasado la mayoría de su vida adulta trabajando para Washington”, resaltó Reisner.

La directora de esta organización consideró que el resultado de esta demanda será “histórico”, aunque es la segunda sobre este tema que la organización interpone.

En junio de 2014, el Proyecto para la Asistencia de los Refugiados Iraquíes impulsó su primera demanda en nombre de un ciudadano iraquí, que en ese caso recibió el visado rápidamente y no hubo necesidad de ir a juicio, según Reisner.

El último militar de combate estadounidense abandonó Irak el 18 de diciembre de 2011, unos días antes de la fecha límite que contemplaba el pacto de seguridad firmado por Washington y Bagdad en diciembre de 2008, y que establecía el 31 de diciembre como fecha para el repliegue total de las tropas.

La guerra de Irak costó a Estados Unidos un billón de dólares, la vida de más de 4.000 soldados y 32.000 heridos, además de los más de 30.000 iraquíes muertos.

Beatriz Pascual Macías