Buch defiende a los Mossos y afirma que la extrema derecha desencadenó los disturbios

El conseller de Interior, Miquel Buch, ha defendido que la actuación de los Mossos d'Esquadra ayer en los alrededores del Camp Nou fue “adecuada y ajustada a la realidad” y ha atribuido el origen de los disturbios en la calle a la presencia de “un grupo muy minoritario de extrema derecha”.

“Hay imágenes que no nos gustan ni por un lado ni por el otro, pero todos los objetivos de garantizar la seguridad de miles y miles de personas se lograron con éxito”, ha indicado en rueda de prensa, en la que ha achacado el origen de los altercados en el marco de la protesta convocada por Tsunami Democràtic a un grupo aislado.

De acuerdo con Buch, los enfrentamientos se produjeron después de que un grupo “de extrema derecha con actitud violenta” penetrara “de forma individualizada” en el perímetro diseñado por los Mossos alrededor del Camp Nou, por lo que ha descartado que fuesen los agentes quienes “originaron los altercados” que se vivieron en la zona sur del Camp Nou.

“No puedo aceptar de ninguna manera y en ningún caso que se diga que la policía originó los altercados”, ha subrayado tras hacer una primera valoración “positiva” del dispositivo que, ha dicho, “no fue sencillo” y permitió que “miles y miles de personas se manifestaran cívica y pacíficamente”.

No obstante, ha lamentado que una “inmensa minoría de grupos con actitud violenta eclipsaran que la manifestación transcurriera con normalidad” y ha admitido que se trataba de un partido de fútbol de “alto riesgo” en el que los mossos no descartaban ningún “escenario”.

El conseller ha detallado además que ayer se produjeron dos momentos distintos, uno entre las 16.00 y las 20.00 horas, en el que los manifestantes pudieron “expresar su queja y protesta y convivir con miles de personas que querían acceder al campo”.

El otro momento, ha continuado, comenzó a partir de las 20.00 horas, cuando se desencadenaron enfrentamientos con algunas escenas que, ha señalado, “recuerdan a octubre”, en alusión a los tumultos en las protestas por la sentencia del “procés”.

Ha insistido además en que la policía “siguió” al grupo de extrema derecha hasta el perímetro y que solo consiguieron penetrar en él porque se fueron disolviendo entre las inmediaciones y diversos locales de ocio y reaparecieron más tarde ya agrupados.

Ha indicado finalmente que, si detectan en las imágenes que algunas de estas personas “radicales” forman parte del FC Barcelona, lo podrán en conocimiento del club para que se tomen las medidas correspondientes.

Durante el transcurso de los incidentes, los mossos detuvieron a once personas, diez por desórdenes públicos y por atentado contra la autoridad y uno por robo aunque éste, en principio, no tenía relación con la concentración.

Además, un total de 56 agentes resultaron heridos, 43 por heridas leves y dos de ellos con carácter menos grave.

Por su parte, la plataforma anónima Tsunami Democràtic asegura que planeaba desplegar pancartas sobre el terreno de juego del Camp Nou utilizando drones durante el partido, pero la acción fracasó porque los dispositivos fueron interceptados por los mossos.

“Esto habría parado el partido y canalizado la protesta”, considera la organización en una entrevista por escrito reproducida en Catalunya Ràdio, en al que reconoce que “falló una de las acciones principales”.

“El Tsunami ha aprendido mucho de los errores de ayer”, señalan en el entrevista.