La campaña de las presidenciales georgianas entra en la recta final

La campaña para las elecciones presidenciales de Georgia del próximo domingo entró hoy en la recta final en medio de un cruce de crecientes acusaciones entre los partidarios de los principales aspirantes a la jefatura del Estado, los exministros de Exteriores Salomé Zurabishvili y Grigol Vashadze.

Los comicios del 28 de octubre serán los últimos en los que los georgianos elegirán de manera directa a su presidente en virtud de la reforma constitucional que convirtió este país al sur del Cáucaso en una república parlamentaria.

Aunque la enmendada Carta Magna deja el poder político en manos del primer ministro, elegido por el Parlamento, y las facultades del presidente de la república son meramente representativas, se libra una enconada batalla electoral.

El actual presidente, Gueorgui Margvelashvili, no se presentó a la reelección y el partido gobernante, Sueño Georgiano, con mayoría constitucional en el Parlamento, decidió “en aras de la democracia” no designar candidato, y dio su apoyo Zurabishvili, una diplomática de carrera.

Su principal rival, Vashadze, es el abanderado del Movimiento Unido Nacional (MUN), del proscrito y apátrida expresidente Mijaíl Saakasvili, quien abandonó el país hace cinco años, ocupó altos cargos en Ucrania y fue privado posteriormente de las ciudadanías georgiana y ucraniana.

La victoria del candidato del MUN le permitiría a Saakashkili regresar al país, ya que, si bien el jefe del Estado es una figura representativa, tiene la importante y exclusiva facultad de conceder indultos.

“Os digo que Misha (diminutivo de Mijaíl) tiene el propósito de regresar. El 17 de noviembre se cumple el vigésimo quinto aniversario de nuestra boda y queremos celebrarlo aquí, en Zugdidi”, dijo el sábado en esa ciudad georgiana la esposa de Saakashvili, Sandra Rulofs, en un mitin de los partidarios del expresidente.

Todas las encuestas señalan a Zurabishvili y Vashadze como los principales favoritos a la victoria entre los 25 aspirantes a la Presidencia, aunque difieren en quién será finalmente el ganador.

Los georgianos no se fían mucho de los sondeos, ya que sus resultados dependen, muchas veces, de las simpatía políticas de sus organizadores.

“Pese la existencia de problemas evidentes, no se ha agotado el margen de confianza de los electores en el partido gobernante”, dijo a Efe Vajtang Masaian, un prestigioso politólogo y catedrático georgiano que considera que Zurabishvili tiene más posibilidades de hacerse con la jefatura del Estado.

Los detractores de Zurabishvili, antigua embajadora de Francia el Tiflis, la acusan de “traición” y le recuerdan que fue Saakashvili quien en su tiempo la nombró ministra de Exteriores y le concedió la ciudadanía georgiana.

El canal de televisión Rustavi-2 difundió una grabación de audio de Mirza Subeliani, un ex alto cargo de la Fiscalía General de Georgia que se encuentra en prisión, en la que este denuncia la injerencia de partido gobernante en las investigaciones de una serie de casos de gran resonancia.

La Fiscalía, a su vez, difundió la grabación de unas supuestas conversaciones entre unos exoficiales de policía que en 2007, presuntamente por encargo de Saakasvili, estudiaban la posibilidad de “eliminar” al empresario opositor Badri Patarkatsishvili con un método que hiciera parecer natural su muerte.

En 2008, Patarkatsishvili falleció en Gran Bretaña de un ataque cardíaco a la edad de 52 años.

Tanto para la formación gobernante como para la oposición, los comicios del próximo domingo, a los que están convocados poco más de 3,5 millones de electores son una importante prueba de cara a las elecciones parlamentarias de 2020, que son las que decidirán qué fuerza se hará con el poder político en el país.