Cuatro años de cárcel para un bróker tailandés por un delito de lesa majestad

Un tribunal de Tailandia condenó a cuatro años de cárcel por un delito de lesa majestad a un agente de bolsa tailandés que hizo que el parqué de Bangkok se desplomara tras especular en internet sobre la salud del monarca del país, informan hoy los medios locales.

El juez del Tribunal Penal rebajó la pena inicial de 6 años después de que Katha Pajariyapong, de 39 años, confesara los crímenes durante su arresto en noviembre de 2009, a pesar de que se declarara no culpable durante el juicio.

Katha fue hallado culpable por transgredir la ley de delitos informáticos al publicar dos mensajes, en abril y octubre de 2009, donde difundía en un foro de internet rumores sobre la casa real tailandesa.

Uno de sus mensajes produjo una fuerte caída del 8 por ciento en la bolsa de Tailandia la jornada del 15 de octubre de 2009.

El ministerio de Información y Comunicaciones Tecnológicas y la Agencia de Seguridad Nacional rastrearon los mensajes difamatorios y que fueron escritos desde el ordenador de la oficina de Katha.

El magistrado indicó que el hallado culpable no pudo probar que él no estuviera involucrado en la publicación de los mensajes, a pesar de que alegara que esos días estaba realizando una sesión práctica fuera de la oficina.

En los últimos años en Tailandia son cientos los procesos por lesa majestad, cuando en la década de 1990 apenas se denunciaba una decena, según el Grupo de Concienciación del Artículo 112, organización que hace campaña contra el empleo de esta ley.

El foro de Presos Políticos en Tailandia estima que cerca de 300 personas están encarceladas tras haber sido declaradas por los tribunales culpables de “difamar, ofender o amenazar al rey, la reina o al heredero al trono”.

Un grupo formado por cerca de 350 escritores tailandeses suscribió una carta abierta en mayo de 2011 en la que denunciaban el empleo de la ley de lesa majestad y pedían que se pueda discutir de forma constructiva sobre la monarquía.

El Gobierno ha rechazado todas las propuestas de grupos civiles a favor de enmendar las leyes de lesa majestad alegando que esa acción causará un “caos” y ha intensificado su campaña para acallar críticas a la monarquía.