Un mes antes de los comicios, Capriles pide un debate a Maduro, que pone condiciones

A un mes para que Venezuela celebre elecciones presidenciales tras la muerte del gobernante Hugo Chávez, el opositor Henrique Capriles pidió hoy debatir con el presidente encargado y candidato oficialista, Nicolás Maduro, quien supeditó esa posibilidad a una disculpa de su contendiente.

Con escasas cuatro semanas para que los venezolanos elijan al sucesor del hombre que gobernó en los últimos 14 años el país, Maduro encabeza como jefe de Gobierno un sinfín de actos públicos en los que se presenta como “hijo” de Chávez al tiempo que Capriles lo reta a ventilar temas como la inseguridad, el empleo, entre otros.

Y mientras el país se mete de lleno en un clima preelectoral, hoy se ultimaban los detalles para trasladar el cuerpo de Chávez, desde la Academia Militar donde permanece en capilla ardiente tras su fallecimiento el 5 de marzo, a un museo en el oeste de Caracas.

Custodiado por hasta cuatro cuerpos policiales y militares distintos y en medio de un fuerte secretismo, el Museo de la Revolución de Caracas, ubicado en una loma de la popular barriada del 23 de Enero, recibía hoy los últimos detalles para la llegada mañana del féretro de Chávez.

“La primicia la va a tener toda la prensa mañana”, decía hoy una funcionaria de la Alcaldía de Libertador, municipio del Distrito Capital, impidiendo el paso de periodistas que trataban de conseguir información de última hora.

Mientras tanto, Capriles se excusó hoy con la familia de Chávez, condición que le puso Maduro para aceptar un debate con vistas a los comicios del 14 de abril, después de que el líder opositor pusiera en duda el día de la muerte del gobernante.

“Quién sabe cuando murió el presidente Chávez”, se preguntó Capriles el pasado 10 de marzo, al formalizar que aceptaba presentarse como candidato de la oposición en los comicios de abril.

Ante la petición de Maduro, Capriles declaró hoy a la emisora privada Unión Radio: “Si alguna palabra mía ofendió al presidente valga mi excusa pública”, aunque subrayó que “jamás” había ofendido a Chávez ni a su familia, “a pesar de todos los insultos y descalificaciones” que dijo haber recibido.

Sobre el debate afirmó que le gustaría discutir con Maduro, al que definió como “una mala imitación” de Chávez, sobre “el modelo de los Castro” en Cuba y sobre una variedad de problemas que afectan a Venezuela, entre los cuales destacó la inseguridad.

“Vamos a debatir, Nicolás y Capriles, de inseguridad, de economía, de agua, aseo urbano, de empleo, de expropiaciones”, añadió.

Maduro había asegurado ayer que aceptaría debatir con Capriles si el opositor pedía perdón públicamente a la familia del gobernante de Chávez.

“Si el candidato de la oposición se retracta y pide perdón público a la familia, si le pide perdón público al pueblo (...) yo pensaría en que hagamos un debate público o los debates que el pueblo quiera”, declaró Maduro al canal privado Venevisión.

En sus apariciones de hoy, entre ellas para entregar un conjunto de viviendas a varias familias en una zona del litoral central venezolano, adonde el presidente encargado llegó conduciendo un autobús para recordar su pasado como chófer de transporte público, Maduro no aludió al tema.

“Este autobús tiene un conductor, que es Chávez, y tiene un rumbo, el socialismo”, exclamó Maduro, de 50 años, quien trabajó en el transporte público estatal del Metro de Caracas antes de asumir una década después diversos cargos en el Legislativo y luego en el Ejecutivo de Chávez.

Luego, al hablar desde una tarima ante varios de los asistentes, juró lealtad a Chávez y coreó consignas como “Chávez por siempre, Maduro presidente” o “Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro” que él mismo remató luego con un: “te lo juramos comandante”.

“Tenemos un compromiso de vida con el pueblo de Venezuela y ustedes saben que lo vamos a cumplir”, añadió, antes de inaugurar un nuevo programa de televisión llamado Diálogo Bolivariano.

Maduro encabezará mañana las actividades de traslado del ataúd de Chávez desde la Academia, situada en el principal complejo militar de Caracas, hasta el Cuartel de la Montaña, donde Hugo Chávez se refugió cuando dirigió como militar el golpe de Estado de 1992 y donde funcionará el ahora “Museo de la Revolución”.

No se ha confirmado aún si el cuerpo del fallecido presidente será embalsamado después de que Maduro admitiera ayer que va a ser “bastante difícil” este proceso, porque los preparativos debían haberse iniciado antes.