Los socios se comprometen con Bulgaria a enviar guardas y equipos para su frontera

Los jefes de Estado y de Gobierno de varios socios de Bulgaria de la UE se han comprometido con su primer ministro, Boiko Borisov, a enviar guardias fronterizos y equipos para que el país refuerce la protección de su frontera.

Durante la cumbre informal que ha reunido hoy a los líderes de todos los Estados miembros salvo Reino Unido en la capital eslovaca, varios países han mostrado su disposición a responder a la petición de ayuda formulada por Sofía, explicaron fuentes comunitarias.

“Creo que una larga mayoría de países ya han comprometido apoyo en la forma de guardias fronterizos, o patrulleras, equipos de vigilancia, vehículos”, explicaron las fuentes, que no obstante no precisaron qué cifras se están barajando.

Borisov reclamó recientemente a sus socios 200 guardias fronterizos y 50 vehículos para reforzar el control sobre su frontera y contener los flujos migratorios, a lo que ahora ha añadido una petición de 160 millones de euros para financiar las tareas de vigilancia.

Las fuentes comunitarias indicaron que tienen “entendido” que el primer ministro búlgaro no ha pedido a sus socios fondos, sino equipos y guardias.

En cualquier caso, los compromisos expresados hoy por los países quedarán reflejados en la hoja de ruta que se espera que se apruebe en el encuentro informal de Bratislava, indicaron las fuentes.

La hoja de ruta no incluirá una apuesta sobre una política común migratoria, sino varias propuestas más concretas centradas en “recobrar el control sobre las fronteras” que los líderes puedan acordar antes de marzo, cuando prevén reunirse en Roma con motivo del sesenta aniversario de la creación de la Comunidad Económica Europea, embrión de la actual UE, dijeron las fuentes.

El texto no reflejará una posición común pactada por los Estados miembros como tal, sino que será un reflejo de las discusiones que sus dirigentes mantengan hoy sobre cuestiones que se consideran prioritarias para la Unión Europea.

La hoja de ruta incluye también el compromiso de evitar que se repita la llegada de miles de personas que arriesgan sus vidas para alcanzar las fronteras externas de la Unión Europea de manera irregular, “para que nunca se vuelva a la situación del otoño pasado”, según las fuentes.

Estas indicaron que en las conversaciones sobre la inmigración -uno de los pilares de las discusiones de Bratislava, junto a la seguridad y la economía- no ha habido “recriminaciones” entre los Estados miembros, sino una reunión “honesta” pero no “agresiva”.