La comunidad judía argentina pedirá reabrir la denuncia de Nisman contra Fernández

La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) pedirá desarchivar la denuncia que presentó el fiscal Alberto Nisman, hallado muerto en enero de 2015, en la que acusaba a la expresidenta Cristina Fernández de encubrir a los sospechosos del atentado contra la mutua judía AMIA en 1994.

“Como sociedad tenemos el derecho, y debemos ser respetados, de evaluar e investigar no solo esa causa ni solo esa denuncia sino cualquier otra denuncia que pueda llevar a esclarecer el peor atentado” que ha sufrido Argentina y que sigue impune, explicó hoy el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, a Radio Ciudad.

Será el 1 de agosto, tras las dos semanas de receso vacacional del Poder Judicial, cuando el organismo presentará un escrito pidiendo al juez federal Daniel Rafecas desarchivar la causa.

Nisman se basaba en el acuerdo de entendimiento suscrito entre Argentina e Irán en 2013 y que, a su juicio, incluía encubrir a los sospechosos iraníes del ataque a la AMIA a cambio de impulsar el intercambio comercial de granos argentinos por petróleo de Irán.

El fiscal, que apareció con un disparo en la cabeza cuatro días después de presentar esa acusación contra Fernández y otros altos cargos sin que aún se hayan esclarecido las circunstancias de su muerte, consideraba que con ese acuerdo se pretendía “la eliminación de las alertas rojas” de Interpol para la captura de los sospechosos iraníes.

Cohen Sabban señaló hoy que “reabriendo la investigación y conociendo, como parte de la sociedad, justamente qué es y hacia dónde apuntaba el fiscal” al menos se va a tener la “certeza” que se ha investigado una denuncia “muy profunda” que había realizado la persona “que más conocía de la causa AMIA-DAIA”.

Argentina e Irán firmaron un Memorándum de Entendimiento en 2013 para investigar el atentado contra la AMIA en Buenos Aires, que dejó 85 muertos.

El polémico acuerdo fue ratificado por el Parlamento argentino con los votos de la entonces mayoría kirchnerista, aunque el documento nunca fue ratificado en Irán tras su firma y nunca llegó a entrar en vigor, mientras que en Argentina fue declarado finalmente inconstitucional.