Los conservadores negociarán gobierno con dos fuerzas centristas en Islandia

El conservador Partido de la Independencia, ganador de las elecciones generales del pasado día 29 en Islandia, abrirán hoy las negociaciones para formar gobierno con Reforma y Futuro Brillante, dos formaciones de centro.

Así lo anunció el líder conservador y actual ministro de Finanzas, Bjarni Benediktsson, que espera poder cerrar un acuerdo antes de diez días con los otros dos partidos, una alianza que le aseguraría 32 de los 63 escaños del Althingi (Parlamento).

La intención inicial del Partido de la Independencia era incluir también a su actual socio de gobierno, el Partido Progresista, pero sus nuevos aliados rechazan cualquier pacto con esta fuerza, castigada en los comicios por el escándalo que había motivado en abril la dimisión del primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson.

Las informaciones periodísticas revelaron entonces su vinculación con los papeles de Panamá, lo que provocó una oleada de protestas que culminaron con su salida y el adelanto de las elecciones.

Conservadores y centristas deberán superar sus desacuerdos en temas como la reforma agraria y el sistema de cuotas pesqueras, el futuro de la corona islandesa y la Unión Europea (UE).

El ahora Gobierno en funciones decidió en marzo del año pasado retirar la solicitud de ingreso a la UE enviada cuatro años antes por el anterior Ejecutivo, nacido tras la crisis económica de 2008, y rechazó convocar un referendo sobre el futuro de las negociaciones, cuando había prometido lo contrario.

Los sondeos apuntan a que la mayoría de la población quiere que se convoque la consulta, aunque se opone a entrar en la UE.

Si los conservadores, la fuerza que históricamente ha dominado la política islandesa y que ganaron estos comicios con el 29 % y 21 escaños, no son capaces de formar gobierno, el encargo podría recaer entonces en la líder rojiverde, Katrin Jakobsdóttir, cuyo partido fue el segundo más votado con el 15,8 % y 10 escaños.

Un hipotético gobierno de centroizquierda necesitaría el apoyo de hasta cinco de las siete formaciones con representación parlamentaria para asegurarse la mayoría, incluido el Partido Pirata, tercero después de triplicar mandatos y casi votos.

Los “piratas” fueron una de las revelaciones electorales, aunque quedaron muy lejos de los pronósticos que los llegaron a situar durante casi un año como primera fuerza, con un pico del 43 % de apoyo durante las protestas de abril.