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De Croo, un liberal flamenco al frente de una Bélgica poliédrica

Bélgica pone fin a su periodo más largo sin Gobierno federal
Bruselas —

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Bruselas, 1 oct (EFE).- Tras una década en las altas esferas de la política belga, el liberal Alexander De Croo, hijo de Herman, uno de los dirigentes flamencos más famosos de Bélgica, ha conseguido su sueño de ser primer ministro en el Gobierno federal, pero no lo tendrá fácil en una coalición de siete partidos.

Nacido en Vilvorde en noviembre 1975, con fama de agradable e inteligente, este apasionado del motociclismo hasta que sufrió un grave accidente, tendrá que hacer gala de habilidad y agilidad para concertar sensibilidades de siete formaciones de cuatro familias políticas: socialistas, liberales y ecologistas, tanto flamencos como francófonos, además de los democristianos flamencos.

De Croo, que fue viceprimer ministro del actual presidente del Consejo Europeo cuando era jefe del Gobierno belga, Charles Michel, y luego de Sophie Wilmès, pertenece a una estirpe de políticos flamencos que han estado al frente de la municipalidad de la ciudad de Brakel durante cinco generaciones.

Su padre, Herman De Croo, es uno de los políticos de habla flamenca más reconocidos del país, y su madre, Françoise Desguin, es una abogada francófona de renombre, una destacada feminista por su lucha para que los padres también puedan tener la custodia de sus hijos en un país con jueces tradicionalistas.

De Croo recibió una educación feminista, laica y, pese a su posición social, sencilla.

De joven, rompió la tradición familiar y estudió Administración de empresas en vez de Derecho, hizo un prestigioso máster en la Universidad de Chicago (EE.UU.) durante dos años, y al regresar fundó una empresa emergente especializada en derechos de propiedad intelectual antes de incorporarse a una reconocida firma donde conoció a su mujer, Annick, con quien tuvo dos hijos.

Fueron sus amigos, y no su padre, quienes le convencieron finalmente para entrar en política al poco de estrenar la treintena. En las elecciones europeas de 2009 consiguió un resultado impresionante, ya que le votó casi el 50 % de su circunscripción.

A finales de ese año, con la adrenalina de la campaña aún fresca, De Croo se presentó a las primarias para presidir el Partido Liberal Flamenco para suceder al actual eurodiputado Guy Verhofstadt, y contra todo pronóstico gana en segunda vuelta (55 % de los votos).

Hasta su familia se muestra “atónita”, en palabras de su madre, quien asegura que su hijo “no tenía ambiciones políticas”.

Para De Croo ese fue un periodo difícil, ya que puso en marcha un cambio radical en la formación en pos de un cambio generacional y un nuevo estilo de hacer política. Como ejemplo, estuvo detrás de la escisión en abril de 2014 del distrito electoral BHV, que englobaba la provincia de Brabante Flamenco, que incluye la antigua Halle-Vilvoorde y Lovaina, y Bruselas capital, ahora separadas.

Entre medias, esas maniobras le ayudan a forjarse un nombre y le aúpan en 2012 a la cartera de ministro de Pensiones en el gabinete del entonces primer ministro Elio di Ruppo, socialista valón, aunque aspiraba a Finanzas. Una decepción que no ocultó, pese al premio de consolación de tener categoría de viceprimer ministro, que ha mantenido desde entonces en tres gobiernos distintos.

Después pasó a la cartera de Cooperación al Desarrollo y Agenda Digital, en la que forjó múltiples contactos empresariales y fue muy activo en el plano internacional, donde, por ejemplo, Bélgica se convirtió en el primer país en suspender la asistencia oficial para el desarrollo a Burundi tras el inicio de violentos enfrentamientos en el país africano a partir de 2015.

También fue uno de los fundadores del movimiento global “Ella Decide” contra la “Ley Mordaza de Donald Trump” que impide que organizaciones con ingresos estadounidenses puedan otorgar donativos o beneficios a ONG's internacionales que se dediquen a procurar servicios sobre salud sexual y reproductiva en zonas marginales.

En su última fase con Michel, De Croo logró su ansiada cartera de Finanzas, que combinó con la anterior de Cooperación al Desarrollo.

Finalmente, De Croo ha sido ministro de Empresas Públicas y Telecomunicaciones en el gabinete que dirigió Sophie Wilmes, la primera mujer que ocupó ese cargo en Bélgica y que ahora será su ministra de Exteriores.

De Croo, que no solo sobrevivió a un accidente de moto, sino también a una caída de un caballo --lo que le obligó a estar seis meses en silla de ruedas-- y a un peligroso viaje a la zona rebelde del sur de Sudán, se enfrenta ahora al mayor reto político de su vida a los 44 años.

Al final, Alexander, el hijo “sin ambiciones políticas”, ha terminando superando al padre, quien “siempre quiso un sucesor”, según la matriarca de la familia De Croo.

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