El ala derechista de la CDU de Merkel apremia a facilitar la expulsión de los refugiados

El ala más derechista de la Unión Cristianodemócrata (CDU) apremió hoy a facilitar la expulsión de los refugiados, antes de la apertura del congreso del partido en el que mañana se someterá a reelección como su líder la canciller alemana, Angela Merkel, dispuesta a conciliar posiciones

“Si alguien, incluso enfermo, consigue superar el difícil viaje por el Mediterráneo y los Balcanes pero no tiene perspectivas de ser admitido aquí como refugiado, debe ser posible repatriarlo en avión pocas horas después”, declaró el vicepresidente del partido, Thomas Strobl, al diario “Die Welt”.

Strobl, ministro del Interior del estado de Baden-Württemberg (sur), defenderá ante el congreso federal que se celebrará martes y miércoles en Essen una política de refugiados más restrictiva y la agilización de las expulsiones de quienes no tengan posibilidades de ser reconocidos como asilados.

Su posición cuenta con un considerable respaldo entre los delegados de la CDU, que en Essen afinará su estrategia de cara a la campaña para las generales previstas para septiembre de 2017.

“Alemania seguirá brindando acogida y protección, pero solo a aquellos que realmente sufren persecución”, apuntó el fin de semana pasado el secretario general de la CDU, Peter Kauder.

Merkel incidió hoy también en esa dirección, en una visita al recinto ferial de Essen, al afirmar que el congreso abordará tanto la integración de los refugiados con derecho a quedarse como la manera de repatriar a quienes no tengan esa perspectiva, “una vez concluido el procedimiento legal” de su solicitud.

Las posiciones respecto a la acogida de refugiados de su ala más derechista coinciden con las de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la CDU.

El líder bávaro, Horst Seehofer, ha venido exigiendo la imposición de un límite a la acogida de refugiados de 200.000 solicitantes por año, lo que hasta ahora Merkel ha rechazado, aunque sin perder de vista la necesidad de buscar consensos.

En los próximos meses, ambas formaciones van a “desarrollar un programa juntos”, dijo hoy la líder alemana, con el objetivo de tener ultimada una vía común dentro del primer semestre del año.

La CSU, partido que gobierna desde hace décadas en Baviera, ha amenazado incluso con no respaldar una nueva candidatura de Merkel a la Cancillería por el disenso persistente en materia de refugiados.

La líder del partido, al frente de la CDU desde el 2000, se someterá a su reelección como líder del partido mañana, en un congreso marcado por el debate en torno a la acogida de refugiados y las tensiones internas generadas por la crisis migratoria.

El congreso se celebra dos semanas después de que la canciller anunciara su decisión de optar al que sería su cuarto mandato, de ganar las generales del próximo año.

En Essen se celebró en 2000 el congreso del que Merkel salió convertida en jefa de la CDU, entonces en horas bajas, dos años después de haber pasado a la oposición con la derrota del canciller Helmut Kohl frente al socialdemócrata Gerhard Schröder.

La líder marcó hoy las diferencias entre el congreso de entonces y el actual -“ahora estamos en el Gobierno”, recalcó-, así como los múltiples desafíos que debe afrontar el país: “Alemania está bien, pero hay que seguir trabajando, y mucho”, enfatizó.

Merkel se situó en la jefatura como líder reformadora en un partido hundido, además, en un escándalo de financiación irregular que salió a la luz poco después de perder el poder Kohl, tras 16 años en la Cancillería y 25 al frente del partido.

En esas circunstancias, logró la elección con un 95,6 % y desde entonces ha sido ratificada en el cargo por ocho congresos federales sucesivos, con resultados que oscilaron entre el mínimo del 88,4 %, en 2004, y el récord del 97,9 % conseguido en 2012.