El juez da tres días al Arzobispado de Granada para personarse en “caso Romanones”

El Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que ha procesado al padre Román como único imputado en la causa que investiga supuestos abusos sexuales a un menor, ha dado tres días al Arzobispado para que se persone con abogado y procurador por su responsabilidad civil subsidiaria en el conocido “caso Romanones”.

El juez Antonio Moreno, titular del juzgado instructor, ha notificado esta decisión al arzobispo de Granada, Javier Martínez, a través de una providencia, a la que ha tenido acceso Efe, una vez practicada la declaración indagatoria al padre Román, quien negó el abuso sexual al menor y dijo que nunca se exhibió desnudo ante él.

Además de emplazar al Arzobispado para que, en el plazo de tres días, se persone en autos con abogado y procurador, el magistrado también le requiere que preste fianza como responsable civil subsidiario, con “apercibimientos legales en caso de no verificarlo”.

En la providencia también se tiene “por interpuesto” el recurso de reforma presentado por el abogado del padre Román contra el auto de procesamiento en el que se fijó en 50.000 euros la fianza que debía consignar este cura en concepto de responsabilidad civil.

El abogado de la defensa, Javier Muriel, ha informado a Efe de que recurrió el referido auto al considerar “desproporcionada” la cuantía fijada, aunque en cualquier caso ya la ha depositado en su totalidad.

La nueva resolución del Juzgado de Instrucción 4 de Granada se produce días después de la declaración indagatoria al único imputado en la causa, que el pasado viernes expresó su “absoluta” disconformidad con el auto de procesamiento y explicó que únicamente tenía, como sacerdote, un “amor fraterno” por el denunciante, que actualmente tiene 25 años.

Esa comparecencia fue fijada por el juez instructor después de que emitiera un auto de procesamiento contra el padre Román ante los “indicios racionales” de delitos cometidos supuestamente contra el joven, que lo denunció en 2014 por hechos ocurridos cuando éste era menor.

Aunque la causa, sobre la que llegó a pronunciarse el papa Francisco, ha llegado a contar con doce imputados, diez curas y dos laicos, de los que cuatro fueron detenidos, la Audiencia decidió declarar prescritos los delitos atribuidos a once de ellos, por lo que actualmente en el proceso sólo continúa el padre Román.