El dictador Stroessner se vuelve a colar en la política paraguaya y sale airoso

¿Quiere o no quiere liberarse el gobernante Partido Colorado de la figura de Alfredo Stroessner, el dictador que con ese apoyo gobernó Paraguay durante 35 años? Es la pregunta que surge esta semana tras la maniobras del oficialismo para suprimir la palabra dictadura de un proyecto de ley.

La respuesta de parte de la oposición no solo es negativa, sino que una parte de ella sostiene que el dictador o su herencia sigue en la genética del centenario partido conservador, que nunca condenó ese régimen del que fue pilar político hasta el golpe que le derrocó y le envió al exilio brasileño, en 1989.

Se trata de un debate que surge periódicamente en la política paraguaya, la ocasión más reciente es la de este miércoles, cuando los diputados oficialistas impidieron que el término dictadura apareciera en una ley de indemnizaciones para los soldados implicados en esa asonada.

La polémica ha regresado pues al ruedo político paraguayo tras la presentación de ese proyecto de ley nacido, precisamente, desde el propio Partido Colorado.

El proyecto, que ahora pasó al Senado, establece que cada excombatiente perciba unos 26.580 dólares mientras que los herederos de los que perdieron la vida unos 39.870 dólares, en ambos casos por primera y única vez.

Pero en el debate surgió la controversia por el hecho de que no se consignaba que la participación de esos soldados fue contra algo que tiene una denominación universal: dictadura.

Fue el diputado Sebastián García, del minoritario Partido Patria Querida (PPQ), quien propuso la moción para adjetivar en la normativa el tipo de Gobierno del régimen como dictadura.

Algo que fue frustrado por la mayoría que representa la bancada del Partido Colorado en la Cámara Baja.

“Propusimos agregar esa denominación porque creemos conveniente destacar esa cuestión específica, sobre lo que trajo la democracia a Paraguay una de las peores dictaduras de América, cuyas secuelas las vivimos hasta hoy”, argumentó este jueves a Efe García.

El legislador consideró que se debía enfatizar de esa manera “para que se lo llame por su nombre y porque ”este país nunca más va aceptar un gobierno dictatorial y defenderá la democracia hasta las últimas consecuencias“.

En ese sentido, la diputada Katya González, del Partido Encuentro Nacional (PEN), dijo a Efe que la actitud de los diputados colorados supone una “absoluta contradicción” con el objetivo de indemnizar a los que pelearon o dieron su vida por una sociedad libre, desconociendo lo que ocurrió en esa época.

Y opinó que con esa actitud, los diputados oficialistas han reivindicado “una situación que ha causado un destrozo de las instituciones y del tejido social, con consecuencias de atraso en materia de educación, pobreza y exclusión”.

Para González está claro que ello demuestra que no se ha superado la nostalgia “stronista”, entre otras razones porque “muchos de los prohijados de este régimen continúan con vínculos muy fuertes con el poder de turno”.

Entre estas personas se refirió al actual jefe de Estado, Mario Abdo Benítez, quien según la diputada “ha sido parido durante la dictadura”, siendo su padre uno de los principales colaboradores de Stroessner.

En esa línea se situó el exsenador Miguel Abdón Saguier, quien señaló a Efe que la defensa del régimen en el oficialismo no debería extrañar en la actualidad cuando el padre de Abdo Benítez fue por décadas secretario privado del dictador.

De hecho, el mandatario siempre ha reivindicado la figura de su padre, del que lleva su mismo nombre, al tiempo que se le critica que no ha rechazado explícitamente la dictadura.

Saguier, del Partido Liberal, el mayor de la oposición, que fue preso y sufrió exilio durante el régimen, recordó además que Stroessner sigue siendo presidente honorario del Partido Colorado, añadiendo que su padrón electoral fue cambiado “para que él apareciera como el afiliado número uno”.

A la vez que destacó que cuando Stroessner murió exiliado en Brasil, el 16 de agosto de 2006, la Junta del Gobierno del partido le rindió homenaje.

Durante la dictadura, 20.814 paraguayos se vieron obligados a exiliarse y 425 personas desaparecieron o fueron ejecutadas, según un informe de la Comisión Verdad y Justicia.