Dinamarca llevará a Bruselas su disputa con Turquía por un caso de terrorismo

El Gobierno de Dinamarca anunció hoy que llevará a la próxima reunión en la que la Unión Europea debatirá sobre el hipotético ingreso de Turquía su disputa con Ankara por la liberación de un sospechoso de atentar en Copenhague contra un periodista islamófobo danés.

El hombre -de origen libanés, pero con nacionalidad danesa- permanecía detenido desde abril en Turquía a la espera de ser extraditado a Dinamarca, pero fue puesto en libertad hace unas semanas.

Tras el envío de una delegación diplomática danesa a Ankara, las autoridades turcas informaron ayer de que fue un tribunal de apelación el que ordenó la puesta en libertad del sospechoso, pero las explicaciones no han satisfecho a Dinamarca.

“Vamos a llevarlo al seno de la UE cuando se discuta si Turquía cumple con los estándares para ser miembro de la Unión. Será el 31 de octubre”, dijo hoy el ministro danés de Exteriores, Martin Lidegaard, al término de una reunión de una comisión parlamentaria.

Lidegaard, que ha convocado mañana por segunda vez al embajador turco en Copenhague y estudia llevar el caso al Consejo de Europa, sostuvo que este incidente va “en la dirección contraria” y que Turquía sólo puede ingresar en la UE si cumple esos estándares.

Dinamarca y Turquía han tenido varios desencuentros diplomáticos en los últimos años, con el canal de televisión kurdo Roj TV, que emitía desde Copenhague, como principal asunto.

Aunque las autoridades de Dinamarca negaron haber hecho concesiones, revisaron el caso contra la cadena, que acabó siendo prohibida por los tribunales daneses, después de que Turquía accediera en 2009 a desbloquear el nombramiento del ex primer ministro danés Anders Fogh Rasmussen como secretario general de la OTAN.

Disfrazado de mensajero, el sospechoso puesto ahora en libertad descerrajó en julio de 2013 un tiro a bocajarro a la puerta de su casa al periodista y escritor Lars Hedegaard y, tras un forcejeó, se dio a la fuga.

Hedegaard, de 72 años y que salió ileso, fue presidente de la Asociación de Prensa Libre, una organización creada por él en 2004, junto con miembros destacados del ultranacionalismo danés, después de que el PEN Club se negara a aceptarle como integrante al considerar que sus críticas al islamismo fomentaban el odio.

El escritor ha comparado el islam con el nazismo, y unas declaraciones suyas asegurando que las violaciones de mujeres eran práctica común en las familias musulmanas le valieron una condena judicial, aunque el Supremo lo absolvió después al entender que sus palabras habían sido pronunciadas en una conversación privada.