EE.UU., preocupado por la seguridad y la crisis humana en la Rep. Centroafricana

El Gobierno de EEUU dijo hoy que sigue “profundamente preocupado” por el deterioro de la seguridad y la crisis humana en la República Centroafricana a raíz del derrocamiento del presidente François Bozizé.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, expresó en un comunicado las preocupaciones de Estados Unidos, que ha evitado hasta ahora calificar el derrocamiento de golpe de Estado y hoy volvió a condenar “la toma de poder por la fuerza” por parte de la coalición rebelde Seleka, liderada por Michel Djotodia.

Una rebelión armada de la coalición Seleka acabó el domingo pasado con diez años de poder de Bozizé, quien a su vez había llegado a la presidencia mediante un golpe de Estado contra su predecesor, Ange-Félix Patassé.

Djotodia se autoproclamó nuevo presidente del país, decretó la suspensión de la Constitución y la disolución de las instituciones, y anunció que se convocarán elecciones generales en un plazo de tres años.

Nuland condenó la “designación ilegal” de Djotodia como nuevo jefe de Estado y subrayó que el “único Gobierno legítimo” de la República Centroafricana “es el de unidad nacional encabezado por el primer ministro Nicolas Tiangaye”.

Djotodia decidió mantener en su puesto de primer ministro a Tiangaye para respetar los acuerdos de paz firmados en Libreville el pasado enero entre el Gobierno centroafricano de entonces, la oposición y los rebeldes de Seleka.

“Cualquier decisión sobre el futuro Gobierno del país debe ser tomada de manera inclusiva y transparente, de conformidad con los acuerdos de Libreville”, declaró la portavoz del Departamento de Estado.

También indicó que EEUU insta a los dirigentes del país “a establecer rápidamente un proceso abierto y legítimo que conduzca a la celebración de elecciones presidenciales y a restablecer un Gobierno constitucional”.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), la situación humana en la República Centroafricana “se ha exacerbado” tras el golpe de Estado.

“La inseguridad reinante dificulta los esfuerzos humanitarios y la entrega de asistencia, especialmente médica. La crisis política, y especialmente la toma de poder por parte de la coalición Seleka, ha agravado la situación humana ya difícil”, advirtió el pasado jueves la OCHA.

En la misma línea, Nuland condenó hoy los “saqueos generalizados” en organizaciones humanitarias y hospitales, “que han privado a la población civil de la asistencia que necesitan con urgencia”.