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El futuro incierto del tribunal del Jemer Rojo ante el boicot camboyano

El futuro incierto del tribunal del Jemer Rojo ante el boicot camboyano
Bangkok —

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Bangkok, 24 sep (EFE).- En sus 14 años de historia, el tribunal especial que juzga al Jemer Rojo en Camboya ha conseguido hitos importantes como las condenas de dos de sus exlíderes por genocidio, pero su futuro pende de un hilo por la reticencia de las autoridades y los jueces camboyanos a continuar las investigaciones.

El Gobierno del primer ministro Hun Sen, que fue un jemer rojo hasta que desertó a Vietnam en 1977, ha reiterado su oposición a las investigaciones más recientes de líderes del régimen maoísta, que provocó la muerte de una quinta parte de la población camboyana entre 1975 y 1979.

El tribunal, creado en 2006 con el nombre oficial de Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya (CECC), sigue un sistema híbrido, ya que está compuesto por jueces locales y extranjeros que aplican leyes camboyanas e internacionales.

SOBREISIMIENTO DE NUEVOS CASOS

Tras las condenas de los antiguos líderes del Jemer Rojo Kaing Guek Eav (alias Duch), que murió el pasado 2 de septiembre, el “número 2” Nuon Chea -fallecido en 2018- y Khieu Samphan, los jueces camboyanos han hecho todo lo posible por desestimar nuevos casos con la oposición habitual de los magistrados extranjeros.

Esta división es visible en la investigación de los octogenarios Meas Muth, exjefe de la Marina del régimen, y Yim Tith, que fuera jefe del Sector 13 (actual provincia de Takeo), ambos acusados de genocidio y crímenes contra la humanidad, entre otros cargos.

Los jueces camboyanos han pedido el sobreseimiento de estos casos porque consideran que no fueron altos cargos o responsables principales de crímenes graves y por tanto quedan fuera de la jurisdicción del tribunal, razones que llevaron a la cancelación de los procesos contra otros jemeres rojos como Ao An e Im Chaem.

A finales de este año, el tribunal decidirá si lleva a juicio a Meas Muth, mientras que la decisión sobre el caso de Yim Tith se conocerá en el primer trimestre de 2021.

“Creo que es bastante probable que los casos sean desestimados”, señaló a Efe John Ciorciari, profesor de la Universidad de Michigan (EE.UU.) y coautor del libro sobre el tribunal del Jemer Rojo “Hybrid Justice”.

El experto agregó que es “dudoso” que el tribunal continúe funcionando durante mucho tiempo tras años de “frustración y cansancio” de los países donantes si desestiman los casos 003 (Meas Muth) y 004 (Yim Tith).

“Hun Sen y otros altos cargos camboyanos se han opuesto a los casos 003 y 004 desde el principio. Sus declaraciones públicas en este sentido constituyen al menos una presión indirecta que impide que los casos lleguen a juicio”, indicó Ciorciari mediante un correo electrónico.

DIMISIONES DE JUECES EXTRANJEROS

El mayor logro del tribunal se produjo en 2018, cuando condenó al exjefe del Estado Khieu Samphan y Nuon Chea por el genocidio contra la minoría vietnamita y de la musulmana cham.

Sin embargo, al menos cuatro magistrados extranjeros dimitieron entre 2010 y 2015, lo que los medios locales achacaron a desavenencias con los jueces y autoridades locales respecto a los casos 003 y 004.

Algunos expertos y analistas apuntan que el principal escollo del tribunal ha sido el gran peso de los jueces camboyanos, que tienen poder efectivo de veto.

Hun Sen, en el poder desde 1985, promovió al comienzo el tribunal, pero luego se opuso a las investigaciones más allá de los casos 001 (Duch) y 002 (Noun Chea y Khieu Samphan) con el argumento de que crearían división en el país, donde algunos miembros del Gobierno fueron también jemeres rojos.

“Los jueces camboyanos de la Corte harán lo que el primer ministro Hun Sen y su Gobierno les ordenen que hagan, y Hun Sen ha dicho desde el principio que no quiere ver los casos 003 y 004 bajo juicio”, dijo a Efe el director para Asia de Human Rights Watch (HRW), Phil Robertson.

“El tribunal consiguió solo una pequeña parte del potencial que tenía para hacer justicia a las víctimas del Jemer Rojo. El CECC será recordado como un claro ejemplo de cómo no iniciar un procedimiento de justicia internacional”, opina Robertson.

FALLECIDOS ANTES DE SER JUZGADOS

Además de Duch y Nuon Chea, algunos altos cargos del régimen han ido muriendo en los últimos años, incluidos el exministro de Asuntos Exteriores Ieng Sary y su esposa y exministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith, que fallecieron en 2013 y 2015 respectivamente, antes de ser juzgados debido a la lentitud del tribunal.

Con una edad media de 25 años, la mayoría de los camboyanos no han vivido el régimen del “hermano número 1”, Pol Pot, responsable de provocar entre 1,7 y 2,2 millones de muertos en asesinatos en masa, hambrunas y extenuación por el exceso de trabajo en su intento de crear una utopía agraria, que llevó a vaciar prácticamente la capital, Nom Pen.

Al menos 12.000 personas fueron asesinadas tras ser detenidas y torturadas en la siniestra prisión de Tuol Sleng (S21), de la que sobrevivieron una docena de personas y estuvo dirigida por Duch, que falleció el 2 de septiembre mientras cumplía una cadena perpetua.

Las montañas de calaveras y las fosas comunes en los campos de exterminio camboyanos horrorizaron a la opinión pública internacional cuando los jemeres rojos fueron derrotados por Vietnam, que ocupó el país hasta la firma del acuerdo de paz de París en 1991.

Hasta esta fecha, los jemeres rojos ocuparon el asiento de Camboya en la ONU con el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña, China y Tailandia, entre otros, en una coalición propia de la Guerra Fría en contra de Vietnam, aliada de la Unión Soviética.

Pol Pot murió en 1998 en el último bastión de la guerrilla maoísta en el norte de Camboya, prisionero de sus propios camaradas y meses antes de que estos acordaran su disolución en negociaciones con el Gobierno central.

Gaspar Ruiz-Canela

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