El Gobierno luso hace un guiño a la izquierda para aprobar sus Presupuestos

Lisboa, 13 oct (EFE).- El Gobierno de Portugal presentó hoy los Presupuestos de Estado para 2021 con una batería de medidas sociales que constituyen un guiño a la bancada de la izquierda cuyos votos necesitan para aprobar la propuesta y evitar una crisis política.

El ministro de Finanzas, João Leão, aseguró que los Presupuestos abandonan la idea de austeridad, están pensados en la recuperación económica y obedecen a la actual situación de crisis marcada por la pandemia de covid-19, que, según las previsiones del Gobierno, provocará este año una caída del 8,5% en el PIB luso.

El empleo es “la preocupación central”, dijo el ministro durante la presentación pública de los Presupuestos, en la que se refirió a las medidas de apoyo para familias y empresas y a un aumento de hasta el 20 % en inversión pública.

A partir de enero, los consumidores notarán una reducción del IVA de la electricidad y los trabajadores se beneficiarán de rebajas fiscales -aunque apenas entre los 12 y los 200 euros anuales-.

Las pensiones más bajas (hasta 658 euros) tendrán una subida de 10 euros -solo a partir de agosto-, y la protección social para desempleados pasará de 438 a 505 euros mensuales durante un máximo de un año.

En el capitulo sanitario, el Gobierno prevé contratar a 4.200 profesionales durante 2021 y en materia educativa pretende abordar la digitalización de los centros de enseñanza con una inversión de 400 millones de euros.

Además, en un intento de acelerar el consumo interno, plantea reintegrar 200 millones de euros a los consumidores a través del llamado “IVAucher”, un instrumento fiscal que devuelve a los ciudadanos el IVA de sus gastos en restaurantes, alojamientos y actividades culturales realizados durante el trimestre anterior.

El proyecto incluye, además, una partida de hasta 500 millones de euros para paliar la crisis de la aerolínea de bandera TAP y estima que los créditos a Novo Banco tendrán un impacto de unos 200 millones en el Presupuesto del próximo año.

La propuesta ha sido recibida con críticas entre la derecha y escepticismo entre la izquierda, tradicionales aliados del primer ministro socialista, António Costa, que estrenó en octubre la legislatura con un Gobierno en minoría.

Líder de la oposición, el PSD (Social Demócrata) optó por la prudencia y apuntó que “estudiará” la propuesta; Iniciativa Liberal adelantó su votó en contra por considerar que no atiende las necesidades de las empresas y el Centro Democrático y Social denunció que “no es el Presupuesto que el país necesita para la recuperación económica”.

Desde el Bloco de Esquerda marcaron distancias con el Gobierno pero no cerraron la puerta al acuerdo: “No hay diferencias en cuestiones estratosféricas”, dijo la diputada Mariana Mortagua, mientras el Partido Comunista se mostraba cauto hasta analizar el proyecto en detalle.