El presidente transitorio de Mali Bah Ndaw jura el cargo

Bamako, 25 sep (EFE).- El presidente transitorio de Mali, Bah Ndaw, juró hoy su cargo como nuevo jefe de Estado, un puesto que estaba vacante desde el golpe de estado del pasado 18 de agosto, cuando un grupo de militares obligó a Ibrahim Boubacar Keita (conocido como IBK) a presentar la dimisión y dejar el poder.

Ndaw, que ocupará la presidencia los dieciocho meses que durará la transición, juró el cargo ante un representante de la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO), el jefe de la misión de paz de la ONU (Minusma), diplomáticos y representantes de la sociedad civil.

Ante ellos e interrumpido por frecuentes aplausos, Ndaw, militar retirado, se comprometió a cumplir los acuerdos firmados por Mali a escala nacional e internacional y a preparar las condiciones para “unas elecciones democráticas sinceras”.

Del mismo modo, prometió que llevará ante la justicia todos los casos pendientes de malversación financiera, principalmente en los años de IBK, con estas palabras: “No puedo garantizar cero corrupción, pero sí asegurar cero impunidad”.

También tuvo un guiño hacia el estamento militar, que secundó mayoritariamente el golpe de estado, al prometer “un refuerzo de las fuerzas de defensa” del país, una reclamación con frecuencia repetida por los uniformados, que achacaban a IBK tener al ejército infradotado de personal y armamento.

En la ceremonia de hoy, Ndaw se abstuvo de comunicar quién será el primer ministro de su Gobierno, pero se comprometió a hacerlo en los próximos días, mientras que en Bamako suenan varios nombres.

El vicepresidente de Ndaw será el coronel Assimi Goita, quien ha encabezado durante el mes transcurrido desde el levantamiento el organismo creado por los golpistas con el nombre de Consejo Nacional para la Salvación del Pueblo.

La CEDEAO, organización regional muy implicada en la transición en Mali, ha exigido que tanto el presidente como el primer ministro sean civiles y que la transición no supere los dieciocho meses, como condiciones para levantar la batería de sanciones económicas y financieras impuestas a este país y activar su membresía en el organismo, ahora congelada.