Empiezan a eliminar explosivos del este de Mosul para la vuelta de residentes

Las fuerzas conjuntas iraquíes han iniciado la desactivación de minas y explosivos en los barrios del este de Mosul, liberados recientemente del grupo terrorista Estado Islámico (EI), para que sus residentes puedan volver con seguridad.

El comandante de las Operaciones Conjuntas, el general Abdelamir Yaralá, declaró en un comunicado que las fuerzas buscan garantizar la seguridad en la parte oriental de Mosul, donde un gran número de hombres han sido desplegados, aunque no especificó una cifra exacta.

Las fuerzas gubernamentales encontraron hoy muchos misiles de fabricación casera y artefactos explosivos, al mismo tiempo que destruyeron laboratorios de bombas, según la nota.

Yaralá pidió a los habitantes de Mosul “cooperar” con las fuerzas iraquíes para alcanzar “la estabilidad absoluta” y “aplicar la ley” en el este de la urbe, que fue declarada “libre” del yugo del EI el pasado martes.

La nota destacó que las fuerzas iraquíes están inspeccionando los barrios para llegar a los últimos escondites de los terroristas en el este de Mosul y poder llevarlos ante la justicia.

Se cree que todavía hay extremistas en los barrios orientales, que han permanecido escondidos en viviendas o túneles y que podrían volver a la superficie en cualquier momento y lanzar ataques por sorpresa contra las tropas.

Por otro lado, el comandante de la Policía Federal, el mariscal Raid Shaker Yaudat, dijo a Efe que sus fuerzas lograron desactivar hoy más de 100 toneladas de artefactos explosivos y encontraron decenas de cajas de equipamiento militar y armas del EI en el sureste de la ciudad.

En esa zona, las unidades de la Policía lograron asimismo limpiar de explosivos decenas de casas y carreteras que habían sido minadas por el EI, según Yaudat, quien señaló que sus hombres prosiguen su trabajo para eliminar esas trampas en todo el sureste de la urbe, donde se encuentra desplegada la policía.

Por su parte, un comandante de las Fuerzas Antiterroristas, el general Abdelwahab al Saadi, dijo en un comunicado que en el centro de la mitad oriental, en el barrio de Al Taamim, fue descubierta una fábrica de explosivos que contenía al menos un millar de misiles.

Al Saadi destacó que hasta ahora sus fuerzas, que lideraron la lucha contra los radicales en el frente este, han destruido al menos 12 fabricas de explosivos y han eliminado esos materiales de unas 70 zonas y barrios ubicados en la mitad oriental.

Asimismo, la jefatura del cuerpo de artificieros del Ejército iraquí aseguró que sus equipos están limpiando de explosivos la zona arqueológica de Nimrud y la comarca de Al Hamdaniya, al este de Mosul, y el barrio de Kukyeli, en la periferia oriental de la urbe.

El director de los artificieros, Hatem al Maksusi, destacó en un comunicado que sus fuerzas “intensifican su trabajo para que las familias desplazadas puedan regresar” a sus hogares.

Algunas de esas áreas han sido liberadas hace unos tres meses por las fuerzas iraquíes, como Al Hamdaniya, pero sus habitantes aún no han regresado, tanto por la presencia de explosivos como por la falta de servicios básicos y la destrucción de sus viviendas.

Mientras, los barrios del este de Mosul acaban de ser recuperados por las tropas, por lo que en su interior aún se pueden esconder no sólo trampas explosivas sino también células durmientes de los yihadistas, que han sido expulsados de las últimas zonas del noreste de Mosul a finales de esta semana.

Las fuerzas conjuntas -integradas por unidades del Ejército, la Policía, cuerpos especiales y milicias- lanzaron el pasado 17 de octubre una gran ofensiva para arrebatar al EI Mosul y los demás territorios que el grupo radical conquistó en la provincia de Nínive en verano de 2014.

Desde el comienzo de la campaña, han recuperado amplias áreas y una mitad de la capital provincial, divida por el río Tigris, que la cruza de norte a sur.

Todavía queda en manos de los extremistas la parte occidental de Mosul, así como algunas comarcas y localidades al oeste de la ciudad cercanas a la frontera con Siria, donde se encuentra su principal bastión, la ciudad de Al Raqa, después de haber perdido el iraquí.