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Un equipo de policías españoles ayuda a Níger a combatir el tráfico de personas

Efectivos de la Policía Nacional que participan en en el proyecto ECI-Níger gestionado por FIIAPP y financiado por la UE

LEI/PAU

MADRID —

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Tres agentes de la Policía Nacional participan en un proyecto europeo gestionado por la FIIAPP en el país africano

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

Níger es un punto de paso obligado para quienes quieren emigrar desde África hacia Europa, tanto con destino a España como a Italia. Pese a que desde 2015 hay una ley específica que prohíbe el tráfico de personas, lo lucrativo del negocio no ha acabado con la práctica y como resultado de ello cada año un número indeterminado de personas muere en el desierto del Sáhara en su viaje hacia el sueño europeo.

Fernando Guerrero trabaja para que esta cifra sea lo más próxima a cero. El comisario de la Policía Nacional está al frente del proyecto Equipo Conjunto de Investigación- Níger (ECI-Níger), que gestiona España a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), financia la Unión Europea y también cuenta con el apoyo de la Policía francesa.

Su cometido principal es ayudar a las autoridades de Níger en la desarticulación de los grupos criminales dedicados al tráfico de migrantes y a la trata de seres humanos. En la actualidad, el ECI-Níger está compuesto por 36 policías nigerinos, tres españoles y tres franceses.

“Es un proyecto operativo pionero”, resalta Guerrero en una entrevista con Europa Press, ya que los policías españoles y franceses trabajan codo con codo con los nigerinos, cuentan con licencia de armas del Ministerio del Interior de Níger y con carné de la Policía nigerina.

Los agentes españoles, al igual que los franceses, participan en las diligencias y en el interrogatorio de los sospechosos, así como en las operaciones de detención, además de ofrecer asesoramiento y formación en algunos aspectos concretos. El trabajo, debido a la falta de medios técnicos, se hace en gran medida “a la antigua, recurriendo a informadores”, explica el comisario, lo cual no impide que se obtengan resultados.

MÁS DE 500 DETENIDOS

Así, subraya que desde su puesta en marcha en 2017 --actualmente está en curso la segunda fase-- se ha procedido a detener a más de 500 traficantes, un porcentaje muy alto de los cuales han terminado en detención provisional. “Es un proyecto pequeño comparado con otros pero se están logrando resultados importantes”, defiende.

“La UE puede estar satisfecha de cómo se gastan los fondos” en este proyecto, insiste Guerrero, ya que cuenta con financiación europea por 11,5 millones de euros. “Sus resultados son claros y verificables” y están teniendo un impacto, añade.

Así, aunque reconoce que el trabajo es difícil, puesto que además el tráfico de personas en la región funciona por tramos, lo que complica la desarticulación de las redes y requiere la colaboración con otros países de la región, se muestra orgulloso de que “ahorra mucho sufrimiento a los migrantes y salva muchas vidas”.

En Níger confluyen dos grandes rutas migratorias, una procedente de los países de África Occidental y otra que llega desde Nigeria, y por la que viajan principalmente nigerinos y cameruneses. Agadez, en el norte, es el nodo principal por que el suelen pasar quienes quieren continuar su viaje hacia Europa, tanto los que seguirán la ruta hacia Libia y de ahí a Italia, como los que irán hacia Argelia y puede que en último término Marruecos y luego España.

En ambos casos, hay que cruzar primero el desierto del Sáhara, donde cada año las organizaciones humanitarias denuncian que mueren decenas de migrantes que son abandonados por los traficantes a su suerte o que son víctimas de accidentes.

ESFUERZOS DEL GOBIERNO NIGERINO

Consciente de esta realidad, y de los abusos en el camino de los que son víctimas los migrantes, explotados laboral y sexualmente en muchos casos por los traficantes para poder pagar el viaje, el Gobierno nigerino decidió dar el paso en 2015 --también presionado por la comunidad internacional-- de ilegalizar lo que hasta entonces había sido una práctica culturalmente aceptada y un medio de vida para muchos.

Asimismo, destaca Guerrero, también parece estar calando cada vez más en las autoridades el problema de la corrupción y se están adoptando medidas para combatirla.

Por ello, resalta la “valentía” de sus colegas nigerinos que, además de estar cualificados y contar con conocimientos para su cometido, tienen que hacer frente a amenazas por la actividad que llevan a cabo y que ha permitido desmantelar redes importantes y detener a destacados traficantes.

El comisario español reconoce que se trata de un problema difícil de atajar, entre otras cosas porque en muchos casos el tráfico de personas está ligado con el de armas y de drogas, que también siguen las mismas rutas y dada la orografía resulta “inviable” poder llevar a cabo un control efectivo, con unas fronteras tan porosas como las de la región, pero insiste en que al menos se ha reducido.

“Es un orgullo poder decir que paramos esa actividad o al menos la disminuimos”, asegura Guerrero. Ahora, si alguien muere en la ruta migratoria “podremos decir que no hemos podido salvarle pero hemos hecho todo lo probable para impedirlo, cosa que antes no se podía decir”.

MÁS TRABAJO DURANTE LA PANDEMIA

Ni siquiera la pandemia ha frenado el flujo. En Níger, indica, la COVID-19 no ha golpeado con tanta virulencia como en otros países hasta ahora, mientras que el cierre de fronteras lo que ha hecho ha sido fomentar el tráfico ilícito, puesto que quienes antes podían moverse legalmente entre los países de la región --los países de la CEDEAO tienen libertad de movimiento-- ahora no lo hacen y recurren a los traficantes.

Por eso, el último año “hemos tenido muchísimo trabajo”, subraya Guerrero, que lleva desde septiembre de 2018 en Níger. Las circunstancias particulares han permitido al equipo volcarse en el trabajo, lo que ha tenido como consecuencia “mejores resultados”.

El proyecto tiene su base principal en Niamey, la capital, y cuenta con tres antenas en puntos clave como Agadez, Tahoua y Zinder a los que está previsto sumar próximamente otras dos en la frontera con Nigeria y otra en la frontera con Argelia.

Su éxito ha llevado a que se estén preparando réplicas para su despliegue en otros países de la región para combatir el tráfico de personas y la trata. Además, en el caso de Níger, también se está preparando un equipo conjunto de lucha contra el terrorismo, en el que participarán España y Francia para ayudar al Gobierno a combatir esta lacra en los dos frentes abiertos, en el oeste y en el este.

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